COLONIA DELICIA, Mado. El conflicto por tierras en Delicia 4 cobró relevancia provincial durante el 2013 cuando las familias denunciaron atropellos por parte de una empresa privada para desalojarlos de las tierras en que llevaban desde hace años su producción y, en muchos casos, también residían. La empresa aducía la propiedad sobre las más de 200 hectáreas en disputa y la causa fue llevada a la Justicia.Según declaró a PRIMERA EDICIÓN el abogado de esas familias, desde el Juzgado se habría impartido una orden de no innovar sobre el lote en cuestión, pero a pesar de ello, durante los últimos días la empresa ha incursionado con maquinarias, postes y alumbrados sin respetar la orden judicial ni el derecho de sus representados, situación que motivó el grave conflicto desarrollado y las posteriores denuncias de los damnificados.Presencia parapolicialLos pequeños productores manifestaron sentirse intimidados por un grupo de uniformados que, prohibiéndoles acercarse a sus viviendas, iban permitiendo que otro grupo coloque postes y alambrados en sitios que ellos reclamaban como propios. Los uniformados vestían ropas similares a las de efectivos policiales y todos tenían garrotes a la vista. Algunos portaban incluso chalecos antibalas, handies, picanas y -según denunciaron- armas de fuego. Uno de ellos se identificó ante este matutino como efectivo policial, dijo llamarse Moraes y no pertenecer a la comisaría local.“Nosotros les preguntamos si era un procedimiento policial y si tenían orden de un juez que nos mostraran”, expresó Liliana Murch, “pero ni siquiera nos respondían, sólo nos atropellaban, le pedimos a ese Moraes que nos muestre su identificación, pero se negaba, decía que llamemos a Jefatura”.La persona que se presentaba como representante de la empresa (de apellido Sallo, según dijo) adujo que “los terrenos son de la empresa y si quieren papeles del Juzgado vayan a buscarlos o pídanle a su abogado. Esto es propiedad privada y yo traje a esta gente para proteger a mi gente, a ustedes ya se les fueron tres abogados, así que arréglense, yo no tengo la culpa”.Presencia policialLa situación se estaba caldeando cuando llegó la verdadera presencia policial: efectivos del destacamento de Victoria y algunos locales, provocando la huida en camioneta del mencionado Moraes y la retracción del otro grupo uniformado que “descartó” rápidamente sus armas en una casilla de madera. Nadie atinó a perseguir al fugitivo ni a revisar la casilla. En el predio también había una retroexcavadora traída por la empresa y con la que, según los vecinos, les habían arruinado las plantaciones de maíz.Los efectivos policiales se limitaron a tomar nota de la situación e invitaron a las partes a dirigirse a la comisaría local a efectuar las denuncias que consideraran pertinentes, quedando momentáneamente los agentes llegados de Victoria en custodia del lugar.Hernán Acosta contó que “ayer nos llamó un vecino diciendo que lo habían invadido y que no lo dejaban pasar, estaba este señor que dice ser policía y llamarse Moraes y que trató de impedirnos pasar junto un grupo de gente uniformada. Nos amenazaron y destrozaron las plantaciones y la casa de una vecina”.





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