OBERÁ. Tres años de prisión en suspenso fue la pena que recibió un hombre de 37 años, tras un juicio abreviado, por el abuso sexual simple de cuatro menores del hogar de niños donde era encargado, señalaron fuentes oficiales. La determinación de las partes (en este caso el propio imputado a través de su defensa y la Fiscalía) se acordó ayer y ahora el Tribunal Penal 1 de Oberá deberá homologar dicho pacto. De esta manera, Juan Alberto Batista (37) no purgará la condena tras las rejas, teniendo en cuenta que la calificación de la pena no contempla la prisión, precisó un vocero del caso. El hecho salió a la luz tras las denuncias de los aberrantes episodios que, según consta en el expediente, fueron perpetrados entre 2008 y 2010. Los abusos se conocieron una vez que una psicóloga radicó una denuncia ante el relato de una niña de cinco años, quien aseguró que había sido manoseada por el sujeto, esposo de la directora del hogar y prácticamente un empleado más, a raíz de que vivía junto a su familia en el lugar, emplazado sobre Roca, en el corazón del barrio Villa Cristen, hacia el sur de Oberá.Desde entonces surgieron a través de las presentaciones penales otros tres casos de los que resultaron ser víctimas otra niña de 11 años, una adolescente de 17 y una joven de 18. Estas dos últimas sufren retraso madurativo.Tal como adelantó este diario, todo indicaba que se iba a llevar a cabo un debate, sin embargo a pocos días de la fecha fijada -y en al menos dos ocasiones- fue postergado a pedido de la defensa del imputado, que interpuso sendas solicitudes de suspensión del juicio a prueba. Incluso, semanas atrás el Tribunal rechazó una “probation”. Finalmente, durante la jornada de ayer, las partes llegaron a un acuerdo y firmaron un juicio abreviado, que ahora y como próximo paso deberá ser homologado por el Tribunal Penal 1 de la Segunda Circunscripción Judicial, ubicado sobre la avenida 9 de Julio de Oberá. Los magistrados Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Lilia Avendaño, quienes conforman el alto órgano, serán los encargados de analizar dicho pacto entre la defensa del acusado y la Fiscalía.En conclusión, Batista acordó una pena de tres años de prisión en suspenso por el delito de “abuso sexual simple reiterado, agravado por ser cometido por el encargado de la guarda de los menores”, según se desprende del expediente de la causa.Los vejámenes habrían ocurrido entre 2008 y 2010 y según la instrucción de la causa, el acusado aparentemente llegaba a salir de la casa con las menores a bordo de su automóvil.El hogar de niños es muy conocido en la zona centro y se denomina “Mitaí”. Allí concurren justamente menores víctimas de abuso (entre otras problemáticas) y lamentablemente donde tendrían que haber recibido contención, cuatro de ellos, según la Justicia, sufrieron vejámenes que jamás olvidarán. Ya se había declarado culpable A través de su defensa, el imputado intentó previamente evitar un juicio oral y público, solicitando pagar por los delitos que le endilgan haciendo trabajos comunitarios. El Tribunal Penal 1 de Oberá le denegó dicha solicitud, por lo que le quedaron dos alternativas: la primera fue ir al debate oral y la segunda someterse a un juicio abreviado. Finalmente se optó por que las partes acuerden una condena, que se fijó en tres años de prisión en suspenso. Para ello tuvo que reconocer su culpabilidad, aunque técnicamente cuando solicitó la “probation” o trabajos comunitarios ya se había declarado culpable, indicaron las fuentes.El ahora condenado a través del juicio oral estuvo detenido menos de una semana y le fue concedida la excarcelación. El hogar Mitaí depende de la Municipalidad de Oberá y tiene como objetivo brindar contención a menores víctimas de abuso y todo otro tipo de violencia doméstica y a chicos con problemas familiares (siempre y cuando o ordene la Justicia).





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