IGUALA, México (AFP-NA). Sicarios aliados con policías confesaron haber matado a 17 de los 43 estudiantes desaparecidos hace una semana en el sur de México, que podrían estar entre los 28 cuerpos hallados en fosas clandestinas, algo que sus familiares se niegan a creer.“Es mentira todo lo que se ha dicho, que los muchachos ya aparecieron (muertos) … Los muchachos están vivos, nosotros como padres de familia estamos conscientes, lo sentimos”, dijo a la AFP María Castrejón, tía de uno de los jóvenes desaparecidos.Familiares y compañeros de los estudiantes desconfían y responsabilizan a la policía de que ocurriera la tragedia el 26 de septiembre.Esa noche, policías y criminales dispararon contra varios autobuses de los que se habían apoderado los estudiantes para regresar desde Iguala, a donde habían ido a recaudar fondos, hasta su escuela cercana a Chilpancingo, capital regional.





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