OBERÁ. Sería inminente que un dictamen fiscal favorezca al exsuboficial del Ejercito Argentino, Rubén Bueno (52), uno de los cuatro detenidos en el marco de la investigación por la “Masacre de Panambí”, reveló un vocero del caso. Dicha medida judicial significaría la excarcelación de uno de los sospechosos menos comprometidos en la resonante causa. Mientras tanto, cada vez es más complicada la situación procesal del exprefecturiano Pablo Julio Paz (51) y de Juan Ramón Godoy (44), el propietario del VW Bora que habría sido visto cerca de la casa de la familia Knack. Las vinculaciones directas con la autoría del hecho que surgieron contra estos dos últimos están relacionadas con el reciente resultado del cotejo de ADN (sus patrones genéticos aparecieron en la escena del cuádruple homicidio) y por otros indicios no menos importantes.Por su parte, el cuarto presunto implicado es el mecánico chapista Marcial Alegre (45), quien no zafaría de la prisión preventiva, aunque se mantienen las dudas respecto de la responsabilidad que le habría cabido en el hecho. Tal vez, como ya adelantó este diario, perjudique su situación que se mantuvo prófugo nueve días y que se cree que alertó al exprefecturiano de que allanaban su casa. No obstante, la última palabra la tendrá la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Oberá, la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat, quien por estas horas analiza minuciosamente el expediente para resolver la situación procesal de los cuatro detenidos. Antes, deberá expedirse con respecto a dos presentaciones que formuló el abogado de Marcial Alegre, Ramón Moisés Grinhauz. El letrado solicitó la nulidad del llamado anónimo que realizaron a la Policía para advertir que había sospechosos en San Javier, donde fueron apresados Paz y Godoy, y que el hecho de que encontraron armas en su vivienda, de que conociera al exprefecturiano y de que se diera a la fuga no lo convierten indefectiblemente en asesino.El 25 de mayo pasado a la tarde, entre cuatro y cinco delincuentes ingresaron a robar a la vivienda de la familia Knack, ubicada en el municipio de Panambí (Kilómetro 7 de la ruta provincial 5). Tras apoderarse de 360 mil pesos -producto de una reciente transacción comercial en la actividad maderera-, atacaron mortalmente al empresario Carlos Knack (43), a su esposa Graciela Mojsiuk (45) y los hijos de la pareja, Bianca (12) y Cristian (25). Los ladrones no tuvieron piedad y tras torturarlos brutalmente les rociaron combustible y los prendieron fuego. Las víctimas fallecieron tras sufrir una penosa agonía, sobre todo Cristian, quien logró luchar por su vida varios días, hasta que perdió la batalla contra la muerte. Pese a ello, pudo aportar datos claves al declarar días antes de morir, incluso al mencionar a un ex prefecturiano que acudía al aserradero de su padre y con el cual ya no tenían trato comercial a pedido de su progenitor, porque se comportó mal con su madre. Vale recordar que, tal como publicó PRIMERA EDICIÓN en exclusiva, los patrones genéticos de Paz y Godoy fueron hallados al ser cotejados con muestras que fueron encontradas en un pasamontañas, en un pedazo de hierro y en otros elementos secuestrados en la escena del demencial hecho.





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