ELDORADO. Los celos pueden llegar a transformarse en una enfermedad grave. Los múltiples hechos de violencia entre parejas que se registran todos los días son la mejor prueba. Y también el insólito caso registrado en Eldorado, donde un hombre fue detenido luego de perseguir durante casi cien kilómetros al colectivo en el que viajaba su mujer, ante la sospecha de que iba a engañarlo con otro hombre.Según informaron fuentes de la Policía provincial, el increíble episodio tuvo lugar entre la noche del jueves y los primeros minutos de ayer. Se conoció en Eldorado, pero comenzó muchísimo antes, en Puerto Rico.Al parecer, todo se inició cuando el hombre de 57 años llevó a su mujer hasta la Terminal de Ómnibus local, donde debía abordar un colectivo de media distancia con destino a otro punto de la provincia.Luego de algunos besos y abrazos, la mujer abordó el colectivo, que emprendió camino a destino. Sin embargo, el hombre comenzó a ser víctima de un ataque enfermizo de celos y tomó una determinación: seguiría al ómnibus para confirmar que su pareja no mentía y no viajaba para encontrarse con un amante.Obviamente, sin saber lo que ocurría, el chofer del bus inició el viaje, uno más entre tantos. Pero a los pocos kilómetros descubrió que un automóvil gris se mantenía “pegado” al vehículo de transporte de pasajeros. El trabajador del volante actuó entonces en resguardo de su vida y la de sus pasajeros y dio inmediato aviso a la Policía.El alerta llegó a la Unidad Regional IV de Puerto Rico. Los efectivos trataron entonces de localizar al ómnibus, que se dirigía hacia el norte de la provincia, por la ruta nacional 12. Alrededor de las 00.05 de ayer, dieron aviso a sus pares de la Unidad Regional III de Eldorado.Efectivos de esa dependencia montaron entonces un operativo de proporciones, pensando quizás que estaban a punto de desbaratar un golpe tipo “comando” a la unidad de transporte.La orden llegó cuando el colectivo se encontraba en una estación de servicios emplazada a la altura del kilómetro 8 de la tradicional avenida San Martín de Eldorado. Obviamente, detrás continuaba el sospechoso automóvil gris.Al grito de “¡Alto, Policía!”, los uniformados interceptaron el rodado menor y procedieron a la detención de su conductor, quien rápidamente fue reducido por los policías. Enseguida le preguntaron qué intenciones tenía. El hombre lo confesó todo: dijo que efectivamente seguía al colectivo pero no tenía intenciones de robo, si no de saber hacia donde realmente se dirigía su mujer, ante la sospecha de que iría a encontrarse con otro hombre. Pese a ello, las autoridades procedieron al secuestro del rodado, que quedó a disposición de la Justicia. El sospechoso quedó detenido. Y el colectivo siguió viaje. Nadie informó si la mujer acompañó a su marido a la comisaría o continuó camino rumbo a su destino, ya sin que nadie la siguiera.





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