POSADAS. La comunidad de la capilla Stella Maris partió ayer en procesión por el río Paraná, celebrando a su santa patrona. Lo hizo en el catamarán, escoltado por dos embarcaciones de Prefectura Naval Argentina, portando globos de colores y entonando cánticos de alabanza. Una de las naves llevaba la imagen de Stella Maris, rodeada de flores naturales.María del Carmen Cantoni, a cargo de la organización de este viaje, comentó que hace más de 40 años que se hace la peregrinación por el Paraná. “En ella llevamos a nuestra madre que es la patrona de las fuerzas de Prefectura y del mar”, dijo, y agregó que en otras oportunidades “en el medio del cauce nos encontrábamos con peregrinos del Paraguay pero no sabemos si se organizaron para esta ocasión”. En otras oportunidades el recorrido se cumplimentó en lanchas más chicas, entre ellas, la Marilyn y una de pasajeros del vecino país, pero ahora y por un inconveniente “nos prestaron esta embarcación”. Pero el hecho de estar todos juntos “nos da la posibilidad de cantar y de rezar durante la hora que se extiende la travesía”. En todo momento estuvieron acompañados y guiados por los efectivos de Prefectura, y al finalizar el recorrido debieron seguir camino hasta la capilla, regreso que se vio obstaculizado en parte por la masiva concentración de estudiantes secundarios que realizaban su prueba piloto justo en el cuarto tramo de la avenida costanera. Una vez en el templo, se dio inicio a la celebración central, que estuvo a cargo del sacerdote Alberto Barros y el obispo de la Diócesis de Posadas. Cantoni manifestó que el grupo de peregrinos está conformado por miembros de la comunidad que durante la semana se fueron anotando para participar. La exdirectora del Instituto Stella Maris confió que los niños del establecimiento vinieron acompañados de sus padres, y que también hay chicos de catequesis. Puso de manifiesto el gesto de los vecinos que fueron relocalizados a raíz de las obras de Yacyretá que para esta fecha regresan al barrio “para acompañarnos en la peregrinación”. Desde el 2 y hasta el 9 de septiembre se desarrolló la novena en honor a la Santísima Virgen Stella Maris, donde rezaron por el Papa Francisco, sacerdotes, religiosos, seminaristas, por las familias, por los jóvenes, por la patria y sus gobernantes, por los presos, por los enfermos, por Prefectura Naval, por los que están tristes y viven en soledad y por los que son perseguidos por anunciar el Santo Evangelio.





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