WASHINGTON, Estados Unidos (AFP-NA). El secretario de Estado John Kerry llegó ayer en Arabia Saudita para movilizar a los aliados de Estados Unidos (EEUU) en la región para “destruir” al Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, pero Damasco advirtió contra los ataques sin su consentimiento.El anuncio el miércoles del presidente estadounidense, Barack Obama, de extender su acción contra el EI de Irak a Siria cambia la dimensión del conflicto.Irak y la oposición siria, los principales beneficiarios de la ayuda estadounidense frente a este grupo sunita extremista y autor de actos atroces, celebraron el anuncio de Obama, pero el Gobierno sirio advirtió que una acción “sin el consentimiento del Gobierno sirio sería un ataque a Siria”.“Nuestro objetivo es claro: vamos a degradar y destruir al EI”, una “organización terrorista que no tiene otra visión que la masacre de todos los que se oponen a ella”, dijo Obama en un mensaje televisado el miércoles por la noche, en la víspera del aniversario de los atentados del 11 de septiembre.“No dudaré en actuar contra el EI en Siria como en Irak”, afirmó. El presidente norteamericano sigue descartando, no obstante, el despliegue de tropas terrestres.Obama anunció una “amplia coalición para aniquilar esta amenaza terrorista”, principalmente con los socios de Estados Unidos en Oriente Medio, cada vez más preocupados por el ascenso del EI, que declaró un “califato” a caballo entre Siria e Irak.Puesta en marcha del planLa reunión entre Kerry con sus homólogos de las monarquías de Golfo (Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán Catar), Líbano, Egipto, Jordania, Irak y Turquía comenzó ayer en Yedá para definir la puesta en marcha del plan estadounidense.Washington pretende “reforzar (sus) bases” en el Golfo y aumentar “los vuelos de vigilancia”, dijo un responsable del departamento de Estado. Arabia Saudita será el “elemento clave de la coalición por su tamaño, su peso económico y su alcance religioso con los sunitas”, explicó.“Turquía no participará en ninguna operación armada, sino que se concentrará totalmente en las operaciones humanitarias”, confirmó a la AFP antes del inicio del encuentro una fuente gubernamental bajo condición de anonimato, aunque indicó que Ankara podría autorizar el uso de la base militar de Incirlik (sur) para operaciones logísticas.Varios países europeos también ofrecieron su apoyo a Estados Unidos. El presidente francés, François Hollande, viajará hoy a Irak y podría participar en los ataques aéreos en este país “si es necesario”.Por el contrario, el ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, dijo ayer en Berlín que Reino Unido “no va a tomar parte en ningún ataque aéreo en Siria”, aunque no descartó participar en la operación sobre Irak.Hasta ahora, Obama había insistido en dejar atrás diez años de guerra en Irak, de donde las tropas de EEUU se retiraron en 2011.Desde el 8 de agosto llevó a cabo más de 150 ataques aéreos que fueron determinantes a la hora de permitir al ejército recuperar territorios controlados por el EI.La posición de Washington en Siria es más delicada, ya que se enfrenta a un enemigo común al presidente Asad.La Coalición Nacional de la oposición siria saludó el anuncio y pidió acciones contra el régimen de Asad, considerando su caída una condición necesaria para tener una “región estable y sin extremistas”.Sin embargo, el ministro sirio de Reconciliación Nacional, Ali Haidar, dijo ayer que “cualquier acción de cualquier tipo sin el consentimiento del Gobierno sirio sería un ataque a Siria”. “Hay que cooperar y coordinar con Siria y obtener su aval para cualquier acción sobre su territorio, ya sea militar o no”, agregó.Por su parte, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, descartó ayer una participación de su país en ataques aéreos contra el EI, pese al compromiso de Alemania con la alianza internacional impulsada por EEUU.“No se ha requerido de nosotros este tipo de apoyo ni estaríamos dispuestos a hacerlo”, indicó Steinmeier, en un encuentro con su homólogo británico en Berlín.El ministro alemán recordó que la participación de su país en esa alianza se concretará en el envío de armas y suministro a las tropas kurdas, así como en la ayuda humanitaria, al tiempo que insistía en que toda intervención debe estar “apuntalada” en la búsqueda de soluciones políticas al conflicto.El suministro de armamento y munición “no es algo menor”, añadió, sino que responde a “nuestro alto grado de responsabilidad” en la alianza auspiciada por Obama.El pronunciamiento de Steinmeier sigue a una declaración del portavoz de Exteriores del grupo parlamentario conservador, Philipp Missfelder, partidario de una participación más activa de Alemania en la lucha contra el yihadismo, sea en operaciones de vigilancia aérea o en la instrucción militar.La propia canciller Angela Merkel ratificó el miércoles, en una intervención ante el Bundestag (Parlamento), su apoyo a una alianza internacional contra el terrorismo del EI y defendió la decisión de su Gobierno de incrementar la ayuda humanitaria para Irak y de armas a las tropas del Kurdistán iraquí.La canciller subrayó el acuerdo de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y muchos países árabes para combatir al EI y advirtió de que la lucha contra el terrorismo yihadista será larga.El primer envío de material militar alemán -cascos, chalecos antibala y equipos de detección y desactivación de minas- ya ha llegado a la región autónoma del Kurdistán iraquí, y a lo largo de este mes se procederá a transportar a la zona el armamento acordado.De su lado, Rusia consideró que “sin una decisión apropiada del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una iniciativa de este tipo constituiría un acto de agresión, una violación flagrante (…) del derecho internacional”, declaró el portavoz del ministerio de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.Sobre el terreno, los 45 cascos azules secuestrados el 28 de agosto pasado en los altos del Golán en Siria fueron liberados ayer y se encontraban en &am
p;ldquo;buenas condiciones”, según un portavoz de Naciones Unidas. Un nuevo 11-S ante un viejo enemigoEstados Unidos recordó ayer el 13º aniversario de los atentados del 11-S con la ceremonia tradicional en el lugar de los hechos en Nueva York, horas después del anuncio de Barack Obama de ataques aéreos en Siria para destruir al Estado Islámico.El presidente Obama, su esposa Michelle y el vicepresidente Joe Biden hicieron un momento de silencio en la Casa Blanca en Washington a las 8.46, hora exacta en que un primer avión de línea secuestrado por terroristas se estrelló contra una de las torres del World Trade Center (WTC) en Manhattan, el 11 de septiembre de 2001. Unas 3.000 personas fallecieron en los ataques con dos aviones que provocaron el derrumbamiento de las Torres Gemelas de Nueva York. Una tercera aeronave se había estrellado en el Pentágono en Washington y una cuarta había caído en Shanksville (Pennsylvania, este), luego de que pasajeros y la tripulación se rebelasen contra los secuestradores.En Nueva York, el acto se llevó a cabo por tercer año en el National September 11 Memorial Plaza, inaugurado en 2011 donde se levantaban las Torres Gemelas, con la novedad principal de un nuevo alcalde en la ciudad, Bill de Blasio, en lugar de Michael Bloomberg, quien había encabezado todas las ceremonias desde 2002.En una mañana nublada y de temperatura agradable, los familiares de las víctimas leían en orden alfabético los nombres de las 2.983 personas fallecidas entre los ataques de 2001 y el atentado contra el WTC en 1993, con el predio arbolado y los dos enormes piletones negros construidos en los cimientos de las torres como marco.El nuevo aniversario de los atentados tiene lugar justo después del anuncio de Obama de que su Gobierno estaba listo para lanzar ataques aéreos contra el Estado Islámico (EI) en Siria, poniéndose al frente de una “amplia coalición internacional” para destruir ese grupo armado radical.Los ataques del 11-S habían provocado en su momento la invasión de Afganistán por parte de una coalición liderada por Estados Unidos para desalojar al régimen talibán, que había ofrecido santuario al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.Dos años más tarde, en 2003, los estadounidenses lanzaron otra guerra contra Irak, acusando al por entonces presidente de ese país Sadam Hussein de ocultar armas de destrucción masiva.Bin Laden fue eliminado por fuerzas especiales estadounidenses en una operación secreta en mayo de 2011 en Pakistán.





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