POSADAS. El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, quien se presentó sorpresivamente anoche en la Legislatura misionera, en el marco de una visita no oficial a la provincia, señaló que “este engendro termina acá”, en relación al kirchnerismo, y sostuvo que uno de los principales objetivos en el período que se abre en 2015 es “avanzar en la lucha contra la corrupción a todos los niveles, para que los argentinos podamos vivir en paz”. En una improvisada conferencia de prensa, tras la que partió hacia Oberá para asistir a la Fiesta Nacional del Inmigrante, el mandatario subrayó el momento crítico que vive el país: “La inflación no para y se agravan la recesión y la pérdida de puestos de trabajo”, remarcó. Destacó que hay 3.000 trabajadores de la industria automotriz suspendidos preventivamente por la crisis, que “hizo subir en 40% la demanda de ayuda social en sólo 45 días”. De la Sota insistió en que el gobierno de Cristina Kirchner “no escucha ni dialoga” y, tras colocar a la inflación como el principal problema de la economía, manifestó que la Presidenta “no puede resolver la inflación porque su Gobierno no sabe cómo hacerlo”. De su parte, se pronunció a favor de “un pacto económico social” y recetó para bajar la inflación una rebaja generalizada de impuestos “a las personas, las empresas y las exportaciones”. Fuertemente crítico con el Gobierno nacional, De la Sota calificó al modelo kirchnerista como “el más centralista desde 1983” y fustigó, entre otras, a la política de restricción a las exportaciones de carne. Se mostró más benigno,en tanto, con las políticas sociales y de derechos humanos, celebrando que la mayoría de los represores involucrados en delitos de lesa humanidad durante la dictadura estén presos, aunque recalcó que el freno a la corrupción es una materia pendiente y destacó que es fundamental “que no haya una dirigencia sospechada”. Consultado respecto a sus ambiciones presidenciales, dijo que “el calendario político está un poco postergado por la crisis que estamos viviendo, que hoy es la principal preocupación”. Las provincias industriales como Córdoba, remarcó, son las más afectadas y las menos atendidas por la Nación.





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