COLONIA AURORA. Debido a la inexistencia de veredas, los alumnos del Bachillerato Orientado Provincial (Bop) Nº 26 de esta localidad deben caminar por la avenida San Martín, compartiendo el asfalto con el tránsito vehicular y con los riesgos que ello implica. La mayoría del espacio destinado a las veredas se encuentra en mal estado y con notables imperfecciones a lo largo de la arteria. Carlos “Cali” Gorin, papá de una alumna que concurre al establecimiento, manifestó, en nombre de otros tantos padres, la preocupación que esta situación les genera: “Cuando los chicos, que son más de 140, salen de clases, deben caminar por la avenida San Martín por falta de veredas. Existen constantes reclamos de los conductores y hubo un pedido al Concejo Deliberante local para ver la manera de solucionar este problema, pero los chicos utilizan toda la calle para caminar”, señaló. Añadió que “hay partes donde hay veredas, pero también muchos espacios en mal estado, con desniveles e incluso con depósito de escombros y desechos, y no se puede exigir a los chicos que las usen. Este es un problema de vieja data que se viene reclamando, sin resultados”. Indicó que “reclamamos que los dirigentes municipales se hagan ver en este sentido, es un reclamo que hacemos hace mucho tiempo. Fui concejal entre el 2003 y el 2007, y ya en ese entonces veníamos hablando del tema de las veredas. Si bien el intendente de ese momento no aportó mucho, igual veníamos insistiendo pero el tiempo pasó y hoy sigue en lo mismo”. Dijo que lo que se busca es “prevenir” porque “en algún momento puede ocurrir un accidente con los chicos del colegio y lo vamos a lamentar. Ya se había registrado un incidente pero afortunadamente sin lesionados”.Gorin denunció, además, que durante los días de mal tiempo, los estudiantes del Bop Nº 26 no tienen un espacio acorde para realizar educación física cuando a sólo 30 metros del colegio se levanta un moderno polideportivo que, al parecer, está vedado para este tipo de actividades. El edificio fue inaugurado hace poco más de un año -ya presenta algunas roturas- y desde ese entonces “se hicieron bailes en dos oportunidades y una reunión de padres que recuerdo, pero el problema es que los alumnos no tienen dónde hacer educación física y no se les abren las puertas. Hicimos el pedido al intendente y no tuvimos respuesta”, lamentó el vecino, al tiempo que recordó que en caso de lluvia “suspenden las tareas” o se dirigen hasta el predio de la Iglesia Luterana, que dista 150 metros del colegio. Incentivar el deporteGorin sugirió que el Municipio de Colonia Aurora tendría que incentivar las actividades deportivas porque, además del polideportivo, “tenemos una cancha de fútbol, situada a una cuadra de la avenida principal, que se encuentra en estado de abandono”. “El tejido perimentral se está cayendo y el pasto estaba a medio metro de altura, hasta que días atrás, lo cortó un grupo que quería hacer una jornada deportiva. Por lo que vemos, en este aspecto tampoco tenemos apoyo”, comentó el exconcejal. Y como si fuera poco, en el lugar asignado para espacio verde, se construye la nueva sede comunal. “Al igual que el de la comisaría, el edificio municipal está viejo y deteriorado, entonces decidieron hacer un local compartido con el Registro de las Personas y utilizaron el único espacio verde que teníamos. Despejaron el terreno y están levantando la obra, y mientras tanto los obreros se alojan en el polideportivo”, confió, al tiempo que reflexionó que “muchas veces los que están en el poder hacen las cosas como les parece y tenemos que estar de acuerdo”. Más charlas de prevenciónParalelamente, “Cali” Gorin manifestó su preocupación por el avance del flagelo de la droga y la necesidad de desarrollar una mayor cantidad de charlas de prevención sobre el tema. “Sabemos que los chicos caen muy fácil en el tema de las drogas y Colonia Aurora no está exento de ser alcanzado por este problema”. Como padre, sugirió que “tendríamos que tener charlas informativas con mayor frecuencia para prevenir este flagelo”. Explicó que el chico que sale de la escuela primaria en la zona rural tiene otra mentalidad, pero “cuando llega a la ciudad para cursar el secundario, las cosas cambian y puede entrar en esto muy fácilmente”, advirtió. A su entender, una charla o un video, “que les indique adónde terminan las personas que ingresan a este mundo puede ser de gran ayuda e incluso puede prevenir el consumo en un buen porcentaje de adolescentes”. Pero esto por lo general “no se hace. Mi hija cursa el tercer año del bachillerato y nunca se hizo una charla de estas características”, acotó.





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