POSADAS. Se desarrolló ayer la segunda jornada del juicio oral que se le sigue a un hombre de 61 años por el presunto abuso sexual con acceso carnal de dos hermanas mellizas, quienes en la ocasión relataron el horror que les tocó vivir a manos del acusado, precisó un portavoz oficial. El debate, que se realiza a puertas cerradas al público por tratarse de delitos con menores involucrados, se lleva a cabo en la sala de audiencias del Tribunal Penal 2 de Posadas. Las víctimas, que al momento de los vejámenes tenían 14 años (actualmente tienen 18), tuvieron que brindar su testimonio por segunda vez en la causa. Esto en virtud de que todo lo declarado en la Cámara Gesell años atrás fue declarado como nulo por el citado cuerpo tribunalicio. El motivo de esta nulidad surgió de un planteo del abogado del imputado, teniendo en cuenta que en aquel entonces la defensa no fue notificada de la medida por parte del juez instructor y no estuvo presente durante la realización de la Cámara Gesell.La declaración de las jóvenes ayer no hizo más que ratificar los abusos sexuales, cometidos en 2010 y mientras eran alumnas del acusado, quien en esa época daba clases particulares de tenis en el club Banco Nación de Apóstoles, de donde son oriundos todos los involucrados.A instancias de la fiscalía, el hombre que se encuentra en el banquillo de los acusados fue retirado de la sala para que las mellizas pudieran contar su versión de lo acontecido ante el Tribunal. Según revelaron las fuentes a este diario, las víctimas coincidieron en sus dichos en varios aspectos. Sobre todo en la escena donde se perpetraban los accesos carnales. Las mismas dijeron que eran sometidas en un pequeño salón de usos múltiples ubicado a un costado de la cancha de tenis, precisó la misma fuente. En ese lugar, además, el imputado les exhibía películas pornográficas, luego las acostaba sobre una mesa y en ese lugar les practicaba sexo oral y luego las penetraba, siempre de acuerdo a lo relatado por las jovencitas. Desde la parte acusadora creen que estas similitudes en los testimonios son fundamentales como evidencia, considerando que las dos chicas iban a clases en días y horarios distintos, es decir, que en base a sus dichos se puede presumir que el imputado utilizaba el mismo modus operandi para perpetrar los abusos por los cuales está siendo juzgado, agregó un vocero judicial.Crueldad y amenazas Además de abusar sexualmente de las mellizas, el profesor de tenis -según se desprende de los testimonios de ayer-, para asegurarse el silencio de las víctimas, las amenazaba con matar a la madre. Pero sus palabras estaban cubiertas de una crueldad propia de una persona siniestra y cruel: “A tu papá ya le pasó algo, no te gustaría que a tu mamá también le suceda algo malo”, les decía a sabiendas de que las infortunadas menores habían perdido a su progenitor, fallecido tiempo atrás. Material pornográficoDurante la jornada de ayer también estaba previsto que los policías que concretaron los allanamientos en la pieza del hotel donde residía el acusado y en el mencionado club de Apóstoles exhibieran los materiales incautados. Entre ellos se encontraban videos que, según la instrucción de la causa, eran material para adultos o triple X; sin embargo el casette de VHS no pudo ser reproducido por encontrarse en mal estado, tal vez tras permanecer tantos años sin ser utilizado. “Para qué vivir”En varias ocasiones las menores que dieron testimonio ayer se quebraron ante el Tribunal, más teniendo en cuenta que tuvieron que volver atrás en el tiempo y traer a su memoria escenas espantosas de abusos y vejámenes inimaginables. Una de las frases que describe el horror que vivieron, teniendo 14 años, fue lo que dijo una de ellas a los presentes y que realmente causó mucho estremecimiento: “Después de todo esto… para qué vivir”. Cabe recordar que durante la instrucción de la causa se pudo establecer que los abusos sexuales fueron reiterados, es decir ,que las menores fueron objeto de violaciones durante meses. La calificación por la cual llegó a juicio oral el acusado fue por “abuso sexual con y sin acceso carnal, varios hechos en concurso real con el delito de corrupción de menores con prisión preventiva”. El peor de los temores de un grupo de padres El verano se avecinaba. Aquel lunes 29 de noviembre de 2010 todo parecía desarrollarse en forma normal en Apóstoles. Hasta que una mujer se presentó en la fiscalía local y denunció algo que hizo estremecer a numerosos pobladores, en su mayoría padres de niños que asistían a las clases que brindaba un profesor de tenis de 57 años. Lo que trascendió en ese entonces era aberrante. De acuerdo al relato de la denunciante, el hombre llevaba a sus hijas -de 14 años en ese entonces- a su pieza en un hotel y bajo engaños les mostraba videos pornográficos para luego someterlas sexualmente en un salón de usos múltiples ubicado a un costado de la cancha de tenis del club Banco Nación de la Ciudad de las Flores, según consignaron en su momento los voceros judiciales. Pero el acusado no era un vecino común: era un conocido instructor del “deporte de las raquetas” en la zona. Cuando los padres de los futuros tenistas que estaban bajo la tutela del sospechoso se enteraron de los allanamientos en el hotel donde vivía y de su detención, reaccionaron con mucha indignación. “Cuántos les confiamos a nuestros hijos”, decía uno de los progenitores con el claro temor de que a cualquier menor le pudo haber pasado. Es que muchas familias enviaban a sus hijos -adolescentes y niños de ambos sexos- a la enseñanza del tenis al presunto depravado. Cabe agregar que la madre de las adolescentes se enteró cuando éstas se quebraron y rompieron el silencio.





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