POSADAS. Trabajaron casi 40 años abriendo rutas y caminos, soportando las inclemencias climáticas y geográficas, sin las tecnologías y herramientas que hoy existen para realizar tareas similares. En su mayoría, son quienes abrieron los primeros caminos que unieron a los pueblos misioneros, comunicando regiones, facilitando la salida de la producción primaria.Sin embargo, desde 1993 hasta el momento, ningún Gobierno provincial atendió su reclamo: ganar el salario mínimo, vital y móvil ajustado por decreto oficial.Hoy, 20 años después, un grupo de 40 extrabajadores de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) sigue buscando justicia. A pesar de algunas bajas por fallecimiento en medio de la lucha por los derechos legítimos, la Comisión de Jubilados de Vialidad Provincial espera que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) no demore más una resolución sobre su causa (expediente 57/06) que tiene en “tratamiento” desde hace seis años.Con el patrocinio del abogado Hugo Ricardo Salvador, la causa cuenta con la opinión favorable del Procurador General del STJ, Miguel Piñero, quien sugirió en su dictamen que la demanda debe prosperar “aplicándose un ajuste en los montos desde 1994 a la fecha”, confiaron. De las últimas averiguaciones, aun con el hermetismo con que funciona el STJ misionero, se enteraron de que faltaría un voto para que se emita la ansiada resolución.Si la sentencia sale favorable a los jubilados de Vialidad Provincial, habrá que multiplicar los 240 meses que ya pasaron por las diferencias (según la categoría del demandante) más los intereses. Una cifra millonaria que el Estado misionero deberá afrontar por no haber ajustado $68 pesos en 1993, cuando Vialidad Provincial pagaba un salario mínimo de 132 pesos mientras que para los activos por paritarias se había fijado un mínimo de $200.Hoy, esas cifras se dispararon a miles de pesos que, con adicionales, asignaciones y otros beneficios, generan una mayor diferencia a favor de los extrabajadores de la DPV.Un día, una vidaEn la larga espera que llevan los jubilados por conseguir justicia en el STJ, van quedando vidas en el camino, por la avanzada edad de los litigantes.Antonio Roses es secretario General de la Comisión de Jubilados de la DPV de Misiones. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, aseguró que jamás imaginó tener que estar en este duro camino judicial. “Me tuve que retirar por invalidez tras un accidente y más de 34 años de trabajo. Jamás imaginé que iba a tener que pasar por esta situación. Fuí uno de los primeros en hacer los caminos al Moconá. Hoy hay muchas más comodidades para trabajar. Con toda honestidad, digo que estoy acá siguiendo el camino de otros que ya no estan con nosotros, porque creo que son derechos que nos corresponden”. aseguró.Agregó que “reclamamos lo que nos corresponde en el marco de la ley. No hubo desidia de parte nuestra, sino de la gente de Vialidad, que fueron nuestros compañeros de trabajo y nos niegan un derecho que figura en el Estatuto y el Escalafón. Además, no puede ser que el Superior Tribunal de la provincia lleve seis años sin resolver nuestra causa, teniendo incluso un dictamen favorable del Procurador General del STJ. Lo que pasa es que nuestra Justicia es muy lenta”.Finalmente, consultado si cree en la Justicia, aseguró: “Sí, creo en la verdadera justicia y en la justicia divina. Lo que pasa es que cada día que transcurre sin resolución es una vida para muchos de nosotros”.





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