POSADAS. Después que desde la Cámara de Diputados de Misiones y el Concejo Deliberante capitalino se exigiera resguardar la integridad de los ferries “Ezequiel Ramos Mejía” y “Roque Sáenz Peña”, amarrados a la altura de Nemesio Parma, el viernes comenzaron los trabajos de “achique”, que implican extraer el agua ingresada por alguna fisura y así evitar el hundimiento de las naves que en octubre cumplirán 101 años. Las tareas se extendieron durante la jornada del sábado y se reanudaron recién ayer, generando un retroceso en los avances producidos. Analía Colazo, hija del exjefe de Zona Fluvial Posadas, Sixto Ramón Colazo, que fue quien durante estos años trató de evitar que los ferrobarcos cayeran en la “desidia y el olvido”, denunció que ayer impidieron su ingreso a la zona de obras. “Desde Casa de Gobierno colocaron dos custodias -efectivos de la Policía de Misiones- que mediante una orden verbal impidieron que suba a los ferries. No busco entorpecer, sino que trato de colaborar y evitar que vuelvan a encajonar con cemento como, al parecer, es la idea. Tapar con cemento es algo provisorio porque corroe el metal”, advirtió.“Me restringen el acceso cuando tengo mucho más conocimiento que ellos, porque de pequeña ese era mi mundo, no hay expertos ni especialistas en el tema. El viernes habían empezado el achique en la parte de adelante pero como no lo taparon, encontramos una nueva entrada de agua que estaba en la zona de la caldera. Lo que se hizo durante el viernes y el sábado se tiró por la borda el domingo, porque quitaron las bombas de achique en lugar de dejarlas encendidas”, protestó e insistió en que “no puedo ver con cuántas bombas trabajan para estimar el tiempo que demandará concluir el achique. Sé que son bombas medianas”. El domingo, el concejal Martín Arjol y el diputado Germán Bordón recorrieron los ferries y tomaron fotografías que subieron a las redes sociales, lo que al parecer “causó cierto malestar”.





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