POSADAS. La Cámara de Representantes de Misiones aprobó por unanimidad el proyecto mediante el que se solicita al Poder Ejecutivo que de manera “urgente” cumpla con la Ley VI Nº 102 (antes 3.973) de 2002, por la que se instituyó Monumento Histórico Cultural Fluvial al “Barco Mixto Exequiel Ramos Mejía” y al “Barco Motor Roque Sáenz Peña”, status jurídico que garantiza su custodia y preservación. Estas embarcaciones se encuentran abandonadas y en pésimo estado en la zona de Nemesio Parma. A fin de dar cumplimiento a la norma que los protege, se solicitó al gobierno provincial que diseñe e implemente un plan de acción para el rescate, restauración, puesta en valor y propuesta de uso cultural y recreativo, debido a su valor histórico que lo convierte en atractivo turístico para Posadas.El diputado Walter Molina, autor del proyecto junto a su par Germán Bordón, del bloque de diputados de la Unión Cívica Radical (UCR), explicó en el recinto que “un monumento histórico es un elemento, construcción o lugar que tiene un gran valor para una comunidad, y que por leyes especiales se los coloca bajo la protección del Estado, y si es compatible, se los acondiciona para uso recreativo, educativo, científico y turístico. Por ello, resulta absolutamente inadmisible que sean abandonadas a su suerte por la desidia y negligencia de funcionarios políticos encargados de la gestión”.Únicos en el mundoEn 1913, luego de cruzar navegando el océano, llegaron a la Argentina nueve ferrobarcos que fueron construidos en Escocia (Glasgow). Dos de ellos llegaron a Misiones con el objetivo de unir Posadas y Encarnación, y fueron especialmente diseñados y construidos para ser utilizados en aguas poco profundas, por lo que constituyen piezas únicas en el mundo. Realizaban el cruce del tren que venía de Buenos Aires con destino a Asunción. Su último cruce fue en 1991 cuando se inauguró el puente San Roque González de Santa Cruz. A partir de allí pasaron por diversas etapas. Los primeros diez años fueron custodiados por la “Asociación de Ferroaficionados” pero tras el deceso de sus principales impulsores, los ferries sufrieron robos y deterioro.A fines del 2011, la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) anunció el rescate de la nave “Presidente Roque Saenz Peña”, con la generación de obras de infraestructura de amarre y pasarelas para peatones y pescadores en el río Paraná, en el cuarto tramo de la avenida Costanera, frente a la Villa Cultural. Sin embargo, en ese lugar y en cada tormenta, con vientos que superaran los 80 kilómetros por hora, el barco se soltaba y se golpeaba la estructura de amarre.En junio de 2013, desde la Secretaría de Gestión Estratégica se anunció que junto a su gemelo y por cuestiones de seguridad sería trasladado al nuevo puerto de Posadas, ubicado en Nemesio Parma, donde se iniciarían las obras de restauración. Una vez terminado el trabajo serían fondeados en la Bahía El Brete y se transformarían en museo y en restaurante. “Sin embargo, aislados y lejos de la vista de la sociedad, el proceso de abandono y deterioro se agudizó, y a esta altura, si no se toman medidas de fondo en forma urgente, estamos viviendo la crónica de una muerte anunciada”, manifestó Bordón.





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