POSADAS. Ellos son los que realizan la cosecha o “tarefa” de la yerba mate en la provincia. Los que se despiertan todos los días a las 4 de la mañana para hacer varios kilómetros hasta los yerbales y sortear dificultades climáticas, para ganarse “el pan de cada día”. Acampan en la plaza 9 de Julio de Posadas desde la semana pasada, justo cuando comenzaba a darse solución a los tareferos que protestaban frente a la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) en la causa judicial por los descuentos que sufrieron por parte del organismo nacional.Pero la problemática de los tareferos, y en este caso de las alrededor de 30 familias oriundas de Oberá, que se encuentran por estos días en la capital provincial, es otra. Y es que cuando se le termina la cosecha gruesa (que se extiende hasta septiembre aproximadamente) se quedan sin trabajo y por ende se hallan con la imposibilidad de generar algún ingreso económico para sus hogares. Entienden que el Gobierno provincial debería asistirlos en éstas circunstancias, pero más que pedir subsidios y bolsas de alimentos, ellos piden fuentes de trabajo en la zona centro de la provincia, porque aseguran que sería “pan para hoy, pero hambre para mañana” si terminaran conformándose solamente con lo primero. Por esta razón, este grupo de personas y sus dirigentes tomaron la decisión de trasladarse a mediados de la semana pasada hasta la capital provincial y se han instalado en la plaza pública 9 de Julio, frente a la Casa de Gobierno, para presentar sus pedidos al Estado provincial.Clementina de Olivera es una tarefera del barrio San Miguel de Oberá. La mujer fue determinante con sus pedidos: “Queremos trabajo porque se termina la cosecha y durante seis meses nos quedamos sin trabajo. La bolsita de mercadería una vez por mes no nos ayuda porque si uno tiene hijos, uno no puede pretender solventar la necesidad que sufrimos en nuestros hogares sólo por unos días”.“Nosotros queremos trabajo. Siempre trabajé y no tengo problemas para realizar otro tipo de trabajo pesado. Puedo trabajar en obras de construcción, porque si es para darle de comer a mis hijos, no voy a tener problemas para esforzarme un poco más”, dijo la mujer.La principal virtudLa dignidad es una de las principales virtudes de los tareferos de la provincia y así lo dejan ver cada vez que piden fuentes laborales, antes que sufrir necesidades extremas en cada uno de sus hogares. En declaraciones a PRIMERA EDICIÓN, la mujer, que es oriunda del barrio San Miguel de Oberá, detalló ayer que “hablan (desde el Gobierno) de alguna solución para las próximas horas, pero con respecto al pedido del trabajo nos dijeron que habrá novedades en un mes recién, así que tenemos las manos atadas”.





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