BUENOS AIRES (Agencias y diarios digitales). El canciller Héctor Timerman anunció ayer que el G77+China pidió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la creación de una comisión especial que genere un marco jurídico para tratar los casos de las deudas soberanas reestructuradas.En ese sentido, Timerman expresó durante una conferencia de prensa: “El G77+China presentó un proyecto para la creación de una convención internacional titulada Convención Multilateral para establecer un marco regulatorio para los procesos de deuda soberana reestructurada”.En tanto, el canciller se refirió a las “decisiones del juez (Thomas) Griesa, que son violatorias y absurdas”, en una conferencia de prensa junto al ministro de Economía, Axel Kicillof.“Estas decisiones han motivado que muchos países no sólo hayan manifestado su solidaridad con Argentina sino que nos pidieron que resolvamos el vacío legal que existe en el mundo”, agregó el funcionario.“Desde hace dos meses que trabajamos con la mayoría de los 133 países que integran el G77 han presentado ahora una resolución que dice que se cree una comisión que establezca un marco jurídico regulador de los procesos de reestructuración de las deudas soberanas”, explicó el ministro.Además, el canciller remarcó: “La Ley de Quiebras hace falta para que los países puedan resolver los problemas de sus deudas sin afectar los intereses de sus habitantes”.Asimismo, Timerman anunció: “La ONU decidió que haya un debate en la Asamblea General. Si se vota a favor, en menos de un año se habrá creado una comisión que genere un marco legal y justo que le dé a los países la posibilidad de reestructurar sus deudas de acuerdo a sus posibilidades y que no se vean atacados por un grupo minoritario de fondos buitres que ponen en riesgo el desarrollo económico, social y político de las naciones”. “Ningún país aceptó que las deudas se paguen sobre el desarrollo social de un país”, enfatizó el diplomático. El G77 o Grupo de los 77 es un grupo de países en vías de desarrollo con el objetivo de ayudarse, sustentarse y apoyarse mutuamente en las deliberaciones de la ONU. En 2014 el número de países del grupo llegó a 133.Al tomar la palabra, el ministro de Economía, Axel Kicillof, sostuvo: “Este hecho tiene una importancia enorme si es que esto se aprueba, ya que tomará características históricas. El sistema judicial norteamericano ha puesto a la Argentina en una complicación inesperada. Esto tiene efecto sobre la Argentina pero atañe al sistema financiero global, por algo hemos recibido la solidaridad de la casi totalidad de los países del mundo, porque sostienen que el fallo de Griesa puede complicar la sustentabilidad de las finanzas internacionales”.“Si las Naciones Unidas votan afirmativamente, esto será una convención para que esto no vuelva a pasar. Pero nosotros no queremos ser un caso de estudio, un ejemplo, queremos que lo que se decida en la ONU sirva para algo, que se tomen medidas contra el juez Griesa”, explicó Kicillof. A la vez, consideró que “los fondos buitres son un parásito del sistema financiero internacional” y que como tal “tienen que desaparecer”. “Nunca más a los Griesa, nunca más a los (Paul) Singer”, exclamó Kicillof.Finalmente advirtió que “el sistema judicial de Estados Unidos puso a la Argentina en una complicación inesperada” y afirmó que “un juez y tres millonarios están complicando las finanzas internacionales”.Las declaraciones de ambos funcionarios se realizaron en momentos en que el Congreso analiza el proyecto de ley de Pago Soberano Local, enviado por el Gobierno, que brinda la posibilidad a los bonistas que entraron al canje de cambiar la sede de pago de los cupones de los títulos por Buenos Aires.El Gobierno había adelantado que llevaría su postura de rechazo de la sentencia que favorece a los fondos buitres, que obliga a la Argentina a pagar el 100% de la deuda ante la asamblea de la ONU.Tanda de apoyosEl jueves, los premios Nobel de economía Joseph Stiglitz y Robert Solow, junto a otros intelectuales especializados, enviaron una carta al titular de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para que apoye la implementación de una Convención para la reestructuración de la deuda soberana.La nota cursada a la ONU destaca que “los mercados de deuda soberana juegan, hoy día, un destacado rol en la economía global” y que las crisis de los mismos “pueden interrumpir procesos de desarrollo de forma significativa”.Nueva citaPor otra parte, el juez Thomas Griesa, que entiende en el litigio con los llamados “fondos buitres” convocó ayer a una nueva audiencia de partes en su juzgado, al acceder al pedido del fondo NML Capital, de Paul Singer. La audiencia tiene como tema la actividad del banco Citibank y las demandas cruzadas sobre su actividad con los bonos de deuda argentina.Más allá de eso, será la primera vez que ambas partes se ven las caras luego de que el Congreso argentino iniciara, esta semana, el tratamiento de una norma para pagar la deuda reestructurada, en lo que el juez entiende que es una “violación” a su orden de que nadie puede cobrar si no lo hacen también los fondos demandantes. Fijar reglasPoco antes de la conferencia que brindaron el canciller Héctor Timerman y el ministro de Economía Axel Kicillof, se supo que la Asociación Internacional de Mercados de Capitales, que engloba a 457 bancos, anunció cambios en sus reglas para tratar de evitar que una minoría de acreedores pueda bloquear acuerdos de canje de deuda, como sucede con la Argentina.Así, esta entidad, cuya sigla en inglés es ICMA, se anticipó al proyecto que tratará el 9 de septiembre próximo Naciones Unidas para tratar de impedir que unos pocos bonistas puedan frenar una reestructuración de deuda exitosa.“Los riesgos potencialmente adversos a nivel mundial del cese de pagos y la reestructuración de la deuda argentina, demuestran la importancia de disponer de términos contractuales claros y sin ambigüedades en los bonos soberanos”, dijo el abogado de ICMA, Leland Goss, según agencias internacionales de noticias.La asociación -que agrupa a los bancos más importantes del mundo e inversores- emitió un comunicado en el cual consideró que los nuevos términos para las “cláusulas de acción colectiva” (CAC) y la cláusula “pari passu”, permitirán que las modificaciones aceptadas por una mayoría de tenedores de bonos sean legalmente vinculantes para todos los acreedores.De este modo, la en
tidad aseguró que se logrará “una solución práctica al problema de las minorías de bloqueo”, tal como sucede con la Argentina, ya que con los canjes de deuda de 2005 y 2010, el 92,4% de los bonistas aceptó nuevos papeles de deuda, con quitas significativas y vencimientos a más largo caso.El 7,6% restante, entre los que se encuentran los fondos buitres, son los denominados holdouts, y aún mantienen bonos que cayeron en default en 2001.Las nuevas disposiciones otorgan la posibilidad de que los países que reestructuran su deuda soberana, sólo requieran de una aceptación global del 75% de los bonos para obligar a todos a sumarse al canje.Para el ICMA, la interpretación de la cláusula “pari passu” que la justicia de Estados Unidos formuló en el caso de la reestructuración argentina, provoca una “considerable incertidumbre para futuras reestructuraciones”.Por eso, la entidad justificó sus nuevas reglas, con el objetivo de “reducir el riesgo de futuras reestructuraciones” de deuda soberana, del país que sea.El “pari passu”, defendido por el juez de Nueva York Thomas Griesa, establece que en el caso de una quiebra, todos los acreedores deben ser tratados igual.





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