BUENOS AIRES (Medios Digitales). El financiamiento que ofrece China para la construcción de dos represas en la Patagonia incluye cláusulas por las cuales la Argentina acepta volver a someterse a tribunales judiciales extranjeros y se compromete a no entrar en default y a tener una relación en “buenas condiciones” con el Fondo Monetario Internacional.Según el acuerdo que firmó hace unos días el país con el gobierno de Xi Jinping, al que accedió la Nación, la Argentina debe someterse a tribunales judiciales y de arbitraje extranjeros y se obliga al país a ser “un miembro en buenas condiciones del FMI” para lograr préstamos por US$ 4.714 millones, necesarios para poder construir las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, ambas en Santa Cruz.En el convenio también hay cláusulas de “default cruzado”. Es decir, si el Gobierno argentino entra en default con otras deudas, también lo hace implícitamente con los chinos. Y si hay default con otros acreedores, China no presta.Los contratos con China también parecen contener cláusulas que el Gobierno actualmente repudia en los casos contra los holdouts que se discuten en el tribunal neoyorquino de Thomas Griesa, como las de “aceleración” de los vencimientos de la deuda, que llevan a que si el país entra en default con un pago, el acreedor tiene derecho a pedir de inmediato el pago total del capital, aunque falten muchos años para su vencimiento.De esta manera, el gobierno de Cristina Kirchner le terminó concediendo a la banca china jurisdicción extranjera, sometimiento a otros tribunales y todo lo que quiere quitarles a los holdouts con el proyecto de ley de pago soberano.





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