POSADAS. En medio del misterio, los investigadores comienzan a cerrar algunas pistas en torno al crimen de Héctor Marchessini (72), hallado muerto a golpes en el interior de su casa. Por ejemplo, que la golpiza que le costó la vida no tuvo lugar en donde finalmente fue hallado muerto, sino que sucedió mucho antes en otro escenario.Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a fuentes de la investigación, quienes aseguraron que en el inmueble de avenida López y Planes y calle 111 no se encontró rastro de agresión alguna. “No hay gotas de sangre, signos de arrastre o señales de que el piso haya sido limpiado”, explicó un especialista que trabaja en la causa.Justamente por eso, porque en su casa no se hallaron pistas que hablaran de un homicidio, fue que primeramente se pensó que había sido una muerte natural. De todas maneras, eso no justifica el accionar de los primeros policías en llegar, en la tarde del último viernes, que no protegieron la escena suponiendo que el caso no escondía nada raro.Sin embargo, la autopsia ordenada por el magistrado César Yaya, al frente del Juzgado de Instrucción 2 de Posadas, determinó lo contrario. Es que Marchessini tenía varios golpes en la cara que fueron interpretados primeramente como signos de la caída en medio de un supuesto infarto. Pero además, un golpe detrás del cráneo y otro, el más violento de todos, realizado con un elemento romo en la espalda de la víctima. Ese último fue el que le provocó lesiones internas que más tarde le ocasionaron la muerte.Así las cosas, la principal hipótesis que se manejaba ayer indicaba que Marchessini fue golpeado en otro lugar y que llegó a su casa quizás pensando que nada grave había sucedido. Efectivamente, no murió en el acto. Se acostó a dormir, pero no despertó. Quizás por eso el cadáver fue hallado sobre su cama, en la habitación.Hasta el momento sin mayores elementos que los mencionados anteriormente, los detectives van ahora por los últimos minutos u horas de vida de la víctima. Quieren saber con quién estuvo, qué hizo y si alguna de esas personas fue el autor de los golpes fatales. Por ahora, se trata de un trabajo difícil, aunque no imposible.Marchessini se dedicaba a la compra y venta de muebles, aunque también fabricaba ese tipo de elementos a medida. Vivía solo en el comercio emplazado hacia el oeste de la capital provincial.Fue un conocido suyo, dueño de una gomería emplazada a pocas cuadras, quien encontró a la víctima sin vida. Fue el último viernes alrededor de las 14 y enseguida dio aviso a la Policía provincial.A simple vista, el hombre solamente tenía dos marcas de golpes en la frente, lo que hacía suponer que se había desvanecido por una falla orgánica y se golpeó al caer al suelo. No obstante, la autopsia indicó que se había tratado de un homicidio. Hasta ayer no había detenidos y los detectives trabajaban para echar algo de luz en el misterioso episodio. Sobre la teoríadel “ajuste”Aunque se sigue investigando, la teoría de un presunto “ajuste de cuentas” vinculado al crimen de Marchessini parece haber perdido fuerza en las últimas horas, al decir de algunos investigadores.La víctima era testigo clave en el robo de más de 400 mil pesos perpetrado por dos encapuchados a un trabajador de Dos de Mayo, cuando éste salía del estudio de su propio abogado luego de cobrar el dinero en un banco del centro posadeño, el pasado miércoles 21 de mayo.Aquel hecho sucedió a pocas cuadras de la casa de Marchessini, quien mediante su testimonio permitió encaminar la investigación que terminó en la detención del abogado. El hombre había declarado ante la Justicia que minutos antes de aquel hecho ya había visto a los automóviles y motocicletas vinculadas a la causa “dando vueltas” por el lugar.De todas maneras, varios detectives descartaban ayer que el crimen pudiera tener relación con aquel expediente. “Si lo hubiesen querido matar, lo ultimaban; resulta difícil pensar que quisieran matarlo y no hayan asegurado ese resultado”, explicó un portavoz.





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