POSADAS. “Juntos… pero no tanto” es una comedia romántica, pero con personajes de la tercera edad. Es que Michael Douglas y Diane Keaton interpretan a dos viudos y vecinos que se llevan horrible. Dos almas heridas que no pudieron superar la muerte de sus parejas, pero uno imagina que el final los encontrará mejor. Unidos y dominados.El protagonista claramente es Oren Little, que como agente inmobiliario espera vender una propiedad (la casa que compartió con su esposa) para mudarse a una casita en Vermont. Cascarrabias, de su boca salen espinas y ninguna rosa. La necesaria complicación llega cuando el hijo de Oren, que debe cumplir una pequeña condena en prisión -por algo que no cometió, obvio- le deja en la puerta del condominio donde vive, a Sarah, la nieta por cumplir diez años que no conocía. A partir de ahí, Oren y Leah (Keaton) tendrán algo en común, hacer lo mejor posible para que Sarah no extrañe a su padre, y comenzarán a encariñarse. Mientras que los personajes secundarios funcionan como deben hacerlo en el género: tienen su momento de lucidez, apoyan a los protagonistas y desaparecen en el momento justo. En síntesis, “Juntos… pero no tanto” es el tipo de película que se veía hace años y que los hijos compartían con los padres, por eso, quienes quieran disfrutarla en su función de mañana a las 20.40, pueden canjear el cupón del pie de página en las oficinas de este diario, en calle Córdoba 1738. “Relatos salvajes”La desigualdad, la injusticia y la exigencia del mundo en que vivimos producen que muchas personas se estresen o se depriman. Algunas explotan. Vulnerables ante una realidad que súbitamente se altera y se torna impredecible, los protagonistas de “Relatos salvajes” cruzan la delgada frontera que divide a la civilización de la barbarie. Una traición amorosa o la violencia contenida se presentan para impulsarlos al vértigo de perder los estribos, al innegable placer de perder el control.





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