POSADAS. Gastón Da Silva tenía antecedentes por robo y era considerado un delincuente de temer. La noche del miércoles 3 de octubre de 2012 confirmó ese prontuario. En medio de un procedimiento en San José acuchilló en el pecho a un policía, que estaba de civil como suele ocurrir con los que trabajan en Investigaciones, quien se desplomó gravemente herido.Lamentablemente, el suboficial mayor Ramón Lencina dejó de existir en el quirófano del hospital “Ramón Madariaga”.Da Silva fue acusado y procesado, de acuerdo al viejo Código, por el delito de homicidio agravado, criminis causa y porque la víctima era integrante de una fuerza de seguridad.En ese caso, de ser declarado culpable, le hubiera correspondido 50 años de cárcel sin la posibilidad de acceder a la libertad condicional, pero trascendió ayer que abrevió la causa.El defensor oficial Marcelo Ozuna logró modificar la calificación y que su cliente fuera sentenciado a 22 años de prisión, porque logró que le quitaran los agravantes.El luctuoso episodio que dio lugar a este juicio abreviado se produjo la noche del 3 de octubre de 2012 en la localidad de San José.Allí la Policía estaba tras los pasos de dos delincuentes que habían robado en una ferreterría de San Carlos, provincia de Corrientes.Los uniformados acorralaron a los sospechosos y en esa circunstancia, se produjo el homicidio de Lencina, quien fue trasladado de urgencia al hospital Madariaga, donde falleció horas después.El suboficial tenía 51 años y 25 de servicios en la Policía de Misiones, por lo que estaba pronto a su retiro. Además, era padre de cuatro chicos.La Policía lo despidió con honores porque perdió la vida en cumplimiento de su deber. No es un dato menor, más aún en los tiempos que corren.La instrucción de la causa estuvo a cargo del Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles, a cargo del magistrado Miguel Ángel Faría, consignó la fuente consultada. La condenaGastón Da Silva iba a ser juzgado en audiencia de debate oral y público desde el martes, en el Tribunal Penal 1 de Posadas.Sin embargo, a último momento se acordó la celebración de un juicio abreviado entre la fiscalía y la defensa, por un monto a 22 años de prisión.El juicio iba a realizarse desde el martes y terminaría hoy, pero el imputado se jugaba una condena a perpetuidad, sin la posibilidad de acceder al beneficio de la libertad condicional.En el acuerdo intervino la fiscal Liliana Mabel Picazo.





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