POSADAS. Hartos de los asaltos de los que resultan víctimas sus hijos menores, un grupo de padres solicitó a la directora del nivel secundario del Instituto Politécnico Beato Arnoldo Janssen de esta ciudad que convoque a los demás progenitores para reunirse y buscar una solución. La respuesta fue inmediata y no era para menos: en lo que va del año ya fueron radicadas 25 denuncias ante la Policía por atracos callejeros a distintos alumnos de dicho establecimiento educativo, ubicado en la esquina de la avenida Santa Catalina e Ituzaingó de la capital provincial. La convocatoria que realizó la titular del colegio superó las expectativas de propios y extraños, teniendo en cuenta que más de 250 padres acudieron a la cita el pasado martes a la noche. En la oportunidad se trataron temas inherentes a la inédita oleada de inseguridad, que puso en alerta a muchos adultos que tienen inscriptos a sus hijos. “No queremos que el próximo en ser asaltado o que termine lastimado por un ladrón sea nuestro hijo, no queremos que a otros les pase lo mismo y lamentamos que a otros chicos les tocara la terrible experiencia de caer en manos de un delincuente”, dijo uno de los padres al salir de la reunión. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Patricia Álvarez, una de las integrantes de la comisión de padres (conformada justamente por esta problemática situación), relató que “durante la reunión decidimos confeccionar un petitorio solicitando mayor seguridad” al ministro de Gobierno de la Provincia, Jorge Franco. Es que “estamos muy preocupados por esto que está sucediendo”, agregó. En la convocatoria que hizo la directora a los padres, por pedido de éstos, se habló de buscar una solución a esta problemática. Hubo 25 padres con denuncia en mano que estuvieron presentes y muchos otros que no radicaron denuncia por distintos motivos, como laborales, porque viven muy lejos o porque creen que sería inútil. Por eso durante la reunión se hizo hincapié en la importancia de radicar una denuncia, así existen constancias de que se podrán presentar ante las autoridades que lo requieran sobre la cantidad de hechos delictivos y de la inseguridad que se está viviendo. La mujer agregó que “el modus operandi de estos delincuentes es interceptar a los chicos en horario de salida o entrada, a plena luz del día. Los horarios en los que más robos a punta de cuchillo o con arma de fuego son perpetrados son a las 14 y a las 19, cuando los alumnos ingresan y salen del establecimiento educativo. Muchos de estos atracos fueron cometidos entre dos delincuentes a bordo de una moto, los conocidos como ‘motochorros’”. Estos “pasan por las paradas de colectivos que están emplazadas sobre las avenidas Santa Catalina e Ituzaingó y el que va de acompañante golpea al menor que está esperando el micro, cuando el chico cae y está en el piso le apunta con un arma de fuego y le arrebata la mochila y el teléfono celular. Luego escapan a toda velocidad”, explicó. En ese sentido, desde la comisión de padres manifestaron su preocupación por la falta de iluminación en la zona: “Al caer la tarde, los delincuentes se ocultan en baldíos y arboledas, donde acechan a los alumnos que salen. Les colocan navajas o cuchillos en el cuello y los despojan de sus teléfonos celulares y elementos escolares, que saben que no son los mismos que llevan otros chicos, porque en el Politécnico se utilizan calculadoras científicas, objetos electrónicos varios y otros útiles que son caros”, advirtió Álvarez. “Eligen” a las adolescentesLa representante de la comisión manifestó además que los ladrones actúan cobardamente, atacando preferentemente a las jovencitas, quienes tienen menos fuerza para defenderse. “En uno de los últimos casos, una chica fue arrastrada varios metros de los pelos. En ese forcejeo, el delincuente le raspó las piernas y las manos y le robó la mochila y el celular. También hay casos donde los varones resultaron con cortes en el cuello o lesiones importantes en distintas partes del cuerpo, que se les producen al caer”, afirmó la portavoz del grupo de padres.Vale destacar que otros progenitores revelaron que les llamó poderosamente la atención que los casos no son difundidos por la Policía provincial. “Tal vez porque aguardan a que se esclarezca alguno de estos episodios para poder dar a conocer a la comunidad lo que está sucediendo”, dijo otro de los concurrentes a la reunión. Más patrullajesOtro de los temas que se trataron durante la reunión fue que se necesita en forma urgente mayor presencia policial, es decir, patrullajes de prevención en los horarios en que se registran la mayoría de los asaltos. En ese sentido, se supo que varias voces de progenitores de los alumnos coincidieron en que los efectivos demoran en llegar al lugar donde se perpetró un robo. Según algunos padres, al ser consultados en forma telefónica, los uniformados casi siempre manifiestan en la guardia que no tienen móviles disponibles o que carecen de combustible para poder acudir a la escena del hecho lo antes posible.Curiosamente, la jurisdicción en la que se encuentra el Politécnico Arnoldo Janssen recae en la comisaría Decimotercera, la misma seccional de la que acudió -y bastante rápido- una numerosa comisión policial (de esa dependencia y también del Comando Radioeléctrico) cuando fueron requeridos en un motel de esta capital porque uno de sus clientes, Carlos Raúl Guirula, se habría negado a pagar una botella de whisky. Una historia que concluyó de la peor forma.





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