PUERTO IGUAZÚ. Tal como anticipó PRIMERA EDICIÓN, durante la mañana de ayer diversas organizaciones campesinas se movilizaron hasta la ciudad de las Cataratas para acompañar y manifestar su apoyo a las trece familias de pequeños productores del paraje Cabureí, en el municipio de Comandante Andresito, involucradas en un juicio de desalojo.La zona de Cabureí fue originalmente un monte explotado por dos grandes familias empresarias madereras que, tras apropiarse de todos los recursos naturales (monte nativo) del lugar, abandonaron la zona. Muchos de los peones, ya sin trabajo, decidieron quedarse y transformar esas tierras en lotes productivos. Algunos todavía están y otros vendieron esos lotes a algunas de las familias que llevan ya más de una decena de años sacando su sustento con el esfuerzo diario que implica trabajar la tierra. Trece de esas familias, poseedoras de un predio total de 50 hectáreas (a un promedio de 4 hectáreas por familia), son las comprometidas en el juicio de desalojo.Si bien algunas continúan plantando algo de tabaco, la mayoría se ha volcado a la producción hortícola y de frutas, abasteciendo parte del mercado local y comercializando también en Iguazú. Además, hace ya algunos años conformaron una cooperativa donde, a partir de las diferentes frutas de estación, elaboran licores, dulces y almíbares con la marca “Productos regionales Cabureí”. “Nuestra tierra es nuestra vida”Alrededor de las 9 de la mañana llegaron las campesinas y campesinos afectados, algunos en auto, pero la mayoría -junto a las demás organizaciones- en dos colectivos. Aproximadamente un centenar de productores se manifestó en orden y pacíficamente frente al juzgado, desplegando carteles y voceando consignas. PRIMERA EDICIÓN dialogó con algunos de ellos momentos antes de que ingresen al juzgado.“Vinimos a pelear por nuestra tierra, que no usurpamos, que compramos. Nuestra tierra es nuestra vida, queremos seguir construyendo y mejorando, tenemos derecho a la tierra y no vamos a salir de ahí”, afirmó Nelsi Becker de 56 años, con más de doce años en el lugar. “Yo con mis manos macheteé la capuera y saqué los restos de pinos y plantas nativas que había. Todos los que estamos sabemos el esfuerzo de más de una década que nos llevó transformar la capuera en tierra verdaderamente productiva, por eso repito: no nos vamos a ir”, insistió.Aníbal Loht es otro de los campesinos afectados y explicó: “La persona que se presenta como propietaria no sabe lo que es la tierra para nosotros, viene de otra localidad, no sabe nada del lugar ni de nuestra forma de trabajo, sólo busca por ambición quedarse con nuestro lugar para seguramente venderlo a cifras que ni nos imaginamos. Una de las ofertas que nos hizo, porque nosotros no nos negamos al diálogo, es la de darnos para las trece familias un predio de cinco hectáreas, una propuesta totalmente absurda que no puede ni siquiera tenerse en cuenta: ¿de qué manera vamos a producir, por qué tenemos que regalar nuestro esfuerzo de diez años? Para nosotros esa propuesta es como si nos metieran en una jaula”, explicó.Diálogo no fructíferoAl salir de la audiencia conciliatoria, el abogado defensor de las familias expresó ante los manifestantes: “La audiencia de conciliación ha fracasado, evidentemente no hay de la otra parte voluntad de diálogo, pues la propuesta efectuada es inaceptable, es como decirle a estas familias ‘agarren esto y pasen hambre’”.“Al parecer, esta gente que se presenta como propietaria eran cuidadores de un lote de una de estas familias que se enriquecieron a partir de la explotación del monte del lugar. La Municipalidad de Andresito está totalmente desactualizada, los registros municipales son obsoletos, no sirve nada del poco registro que tiene. En cuanto a (la Subsecretaría de) Tierras de la Provincia, aparentemente figuraría esta presunta propietaria como dueña del lugar desde hace once años y eso es muy llamativo por la joven edad de esta persona, como si la hubiese comprado siendo menor de edad, algo raro, muy raro. Hay muchas cosas que investigar y constatar en este proceso” agregó antes de concluir que “el juicio prosigue y entramos en una etapa probatoria. Esperemos que se resuelva a favor de los poseedores”.





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