POSADAS. Habrá pensado que era un artefacto viejo, algún adorno o quizás un elemento de la construcción. Si no, no se entiende cómo una mujer de 60 años manipuló durante varias horas una granada que encontró en el patio de su casa hasta que un vecino le advirtió de lo que realmente se trataba. De milagro, el explosivo no estalló.El insólito episodio al que tuvo acceso PRIMERA EDICIÓN trascendió en una vivienda del barrio 10 de Junio, un asentamiento de condiciones mayormente humildes emplazado en la zona de Fátima, al sur del Gran Posadas.La protagonista de la historia había adquirido allí una vivienda hace aproximadamente un mes. Días atrás se encontraba realizando trabajos de limpieza en los fondos del predio cuando encontró un elemento que le llamó poderosamente la atención.Sin poder descifrar de qué se trataba, tomó la decisión de lavarlo con agua y jabón en el lavadero del inmueble. Después lo puso a secar sobre un árbol, entre las ramas de una Pitanga.La mujer continuó con su vida normal hasta que recibió la visita de un vecino. Fue entonces que le mostró al hombre el curioso objeto que había hallado. No entendió por qué su invitado retrocedió varios metros apenas observó el elemento, hasta que éste le dijo de qué se trataba.Conmovida por lo que sucedía, la dueña de casa corrió hasta la comisaría seccional Decimocuarta. Efectivos de esa dependencia arribaron inmediatamente y precintaron la escena hasta la llegada de los especialistas en explosivos.Los uniformados confirmarían minutos después lo peor y, a la vez, milagroso: la granada contaba con tren de fuego y las anillas puestas, es decir, en condiciones de estallar. Un milagro desde donde se lo mire.Bomberos de la Policía de Misiones procedieron a retirar el artefacto a última hora de ayer y transportarlo a un lugar seguro, donde seguramente iba a ser explotado.Una fuente capacitada en este tipo de elementos aseguró que se trató de una granada de fabricación nacional, modelo FMK-2. “De este tipo son las que se pueden encontrar en los distintos campos minados del mundo. Aún perduran y todavía hay accidentes en Europa por las que quedaron de la Segunda Guerra Mundial”, explicó el especialista, quien agregó que su gran poder de fuego tiene que ver con que, una vez que estallan, lanzan esquirlas para todas las direcciones. Increíblemente eso no ocurrió.





Discussion about this post