CORPUS. Puerto Maní, en Corpus, y Bella Vista, en Paraguay, son dos puertos fronterizos separados por el río Paraná. El mismo que aumentó notablemente su caudal a principio de junio y por esa razón, estuvo inhabilitado. No es un puerto donde únicamente transitan personas para realizar actividades turísticas, sociales o culturales, “sino que se lo usa muchísimo, no solamente Argentina y Paraguay, si no también Brasil, porque es un puerto utilizado para el traslado de la producción. Es por eso la preocupación tanto del lado paraguayo como del argentino, porque queremos solucionar este inconveniente de manera conjunta”, comentó a PRIMERA EDICIÓN Alicia Roffignac, intendenta de Corpus.“La crecida del río Paraná, que afectó a la ribera de nuestro municipio, perjudicó los puestos de la Prefectura Naval Argentina (PNA), donde funciona Migraciones y el puesto donde desempeña su labor la Aduana. Todos quedaron bajo agua, eso ocasionó todo este retraso que hoy estamos padeciendo. Administrativamente envié una nota y quedamos a la espera de una inspección”, aseguró. Una vez que las aguas bajaron, luego de aquella gran creciente que incluso superó el nivel de la calzada de la ruta 12 en tres puentes, llegó a Misiones personal de Higiene y Seguridad de Aduana a constatar el estado de las instalaciones; quienes decidieron clausurar definitivamente el paso que une Corpus con Bella Vista. “El municipio estaba trabajando en la mejora de la infraestructura y nos comunicaron que no iban a habilitar más ese puesto, porque para ellos no reúne la seguridad que el personal exige para garantizar el servicio”, indicó la jefa municipal.Mientras, el servicio internacional de balsa “ya lleva casi dos meses fuera de servicio, pese a que el municipio había asumido el compromiso, junto con la Prefectura, de conseguir los materiales y el personal para arreglar las instalaciones y rehabilitarlo. Porque se trata de un paso internacional muy usado y que, lamentablemente, no está prestando el servicio ya hace demasiado tiempo, generando muchos inconvenientes a los productores de la zona”, afirmó Roffignac. Debido a que “el lugar donde operaba no va a ser habilitado nuevamente para su funcionamiento, me aseguraron que llegaría un puesto móvil, el que sería traído de otra provincia. Ese móvil aseguraría que, en caso de que vuelva a ocurrir un siniestro meteorológico semejante, lo trasladaríamos para que el servicio no vuelva a sufrir los inconvenientes que estamos padeciendo”.Frente a esta situación, la Prefectura manifestó su voluntad de ceder un espacio dentro de su oficina que ya está rehabilitada y así, asegurar el cruce al vecino país. “Es un predio que está en condiciones, ubicado en la oficina de Migraciones, porque allí también se prestan servicios migratorios. Entonces, lo cederían a la Aduana para que funcione allí mientras llegue ese móvil. Para nosotros es una urgencia. Necesitamos que esté habilitado lo más rápido posible”, afirmó. Otro pedidoEl paso fronterizo de la ciudad portuaria está habilitado de lunes a viernes y es un pedido del municipio, de larga data, ampliar el servicio para que opere los sábados, domingos y feriados. “Hace tiempo venimos solicitando esta habilitación. Debido a todos estos otros inconvenientes, aprovecho la ocasión para reiterar este pedido unánime de ambos países, y que muchas veces interfirió en la relación comercial o institucional debido a la falta de esta habilitación en un lugar estratégico”, finalizó.





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