PUERTO RICO. El camposanto de esta ciudad no difiere mucho de los cementerios de toda la provincia. Tumbas decoradas, la pequeña capilla, una sensación de paz y el ambiente transparente del silencio. Pero para una comunidad pequeña, con alrededor de 20 mil habitantes, el cementerio municipal quedó chico. Por esta razón, desde la Municipalidad, decidieron añadir una hectárea más al camposanto para no quedarse sin espacio. “Se inauguraron nuevos lugares porque se estaba usando el espacio disponible y ya no queda más lugar en los sectores más antiguos. En este momento, la gente opta por, si tiene dos o tres familiares fallecidos, juntarlos en una misma tumba y pagar un solo impuesto, entonces se van generando lugares libres; aún así no fue suficiente y tuvimos que habilitar una hectárea más”, indicó Marcelo Vilar, el director de Servicios Públicos del municipio y agregó “hay tumbas a las que jamás se acercó nadie a hacerle mantenimiento, entonces las cruces se degradan y se pierden, con lo que desaparece la identificación. Pero en la zona más densa, ya no hay más lugar para poner más gente”.Según el director de Servicios Públicos, hay una muy mala y desordenada distribución de las tumbas, entonces actualmente “se está realizando un relevamiento para saber cuántas hay. Se están anotando todas las tumbas que no tienen nombre, que no se distinguen, que no están identificadas, aquellas a las que los familiares no se acercaron a regularizar la situación”. De igual manera, por el momento, el no cumplir con el impuesto municipal no conlleva mayor riesgo. “Los importes municipales son válidos por diez años. Cuando se paga el arancel por el primer familiar que ingresa al cementerio, o por cualquier persona, se debe abonar la suma de 500 pesos, y hay muchas tumbas vencidas, que después de los diez años nadie se acercó a pagar el precio”, aseguró Vilar.La política adoptada por otros municipios frente a esta situación, es dar aviso a familiares para que se pongan al día, en caso de no tener noticias, después del paso de un tiempo prudencial se procede a exhumar los restos para colocarlos en un osario común. Si bien en Puerto Rico aún no se llegó a esa instancia, Vilar la presentó como una idea y la intención es que antes de que finalice la actual gestión, dicha reglamentación esté puesta en marcha. “Se van a necesitar más terrenos, se quieren retirar los nichos y construirlos en el nuevo sector del cementerio. Actualmente, en la parte nueva, las tumbas tienen una nomenclatura correspondiente, un número y una letra. La desorganización en la que se encontraba el cementerio tiene que ver con la falta de mano firme, porque son varios los familiares que vienen y quieren algo que no se puede. Es en ese momento donde tenemos que explicarle que hay una ordenanza que hay que cumplir”, afirmó.En el futuro, sin construcciones sobre las tumbasPara mantener ordenado el camposanto, actualmente rige la Ordenanza 77/12, la que prohíbe construcciones en los espacios sobre las tumbas. Sólo se permitirá, de ahora en más, la colocación de una lápida, “que es más económica para el familiar. En el nuevo segmento habilitado se van a colocar solamente lápidas, se va a hacer una base que va bajo tierra de 70 por 50 metros y sobre esa base se pegará la lápida que podrá ser de cualquier material, eso quedará a criterio o al gusto de los familiares y también dependerá de la personalidad del difunto”, manifestó Vilar. La única intención que persigue esta ordenanza es mantener el orden del camposanto. “Al estar prohibidas las construcciones sobre las tumbas, lo que se va a dejar es una loma para delimitar la parcela y se dejará crecer el pasto. La idea es que también ayude con el mantenimiento. Se aprobó esta norma por una cuestión estética”. La ordenanza no rige solamente para la nueva hectárea habilitada, sino que lo hace para todo el cementerio, de esa manera, se intentará que de acá a algún tiempo, se eliminen todas las construcciones sobre las tumbas, excepto las más antiguas que ya son una especie de patrimonio de la ciudad, considerando que hay algunas emplazadas desde 1890 aproximadamente. Para finalizar, Vilar aseguró que el nuevo sector del cementerio está listo para ser utilizado. Ya están delimitados los pasillos y los lotes. “Con este nuevo espacio hay lugar, y si logramos la creación del osario común vamos a tener más espacio aún. Es lo que esperamos porque lo necesita la comunidad”.





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