ELDORADO. Se puso en marcha ayer el juicio oral y público en el marco de la denominada “Tragedia de Cataratas”, un naufragio donde fallecieron dos turistas norteamericanos. En una de las aristas más sobresalientes de la primera jornada, que se desarrolló en el Tribunal 1 de Eldorado, el único imputado por el hecho, quien era el capitán de la embarcación, se declaró “inocente”, al referir que durante el momento del lamentable episodio “había un intenso oleaje”, precisó un portavoz judicial. El hombre que se encuentra en el banquillo de los acusados, de 44 años, debe responder por el delito que se le imputó en la etapa de instrucción de la causa, el de “doble homicidio culposo en concurso ideal”. La tragedia se produjo alrededor de las 10.50 del lunes 21 de marzo de 2011, a unos pocos metros del salto San Martín, en el corazón del Parque Nacional Iguazú.Por ese lugar se trasladaba el gomón “Alex”, de matrícula 0447, al mando de un “patrón” o capitán, con un navegante y ocho pasajeros de distintas nacionalidades. La embarcación cumplía con el paseo denominado “La Gran Aventura”, ofrecido por una empresa de turismo local. En determinado momento, por razones que finalmente quedarán confirmadas una vez que se cierre el debate oral y público, el gomón dio una vuelta de campana y todos sus ocupantes salieron despedidos a las torrentosas aguas del río Iguazú. El conductor, su navegante y seis de los pasajeros fueron rescatados sanos y salvos por equipos de distintas fuerzas que se desplegaron en la zona, inclusive con el apoyo de los helicópteros que comúnmente realizan travesías aéreas en cielo brasileño. No corrieron la misma suerte los turistas estadounidenses Laura Matevik Eberts (29) y Philip Musgrove (70). La joven, capitán de la armada estadounidense y de luna de miel en Iguazú, fue rescatada aún con vida del agua, pero falleció a los pocos minutos cuando era trasladada al Samic local. Musgrove, un economista mundialmente reconocido que incluso trabajó para la Organización Mundial de la Salud, perdió la vida en el acto luego de sufrir un traumatismo de cráneo al chocar contra las piedras del cauce.“Golpeados por una ola”El acusado llegó en libertad al juicio, teniendo en cuenta que fue imputado por un delito excarcelable. Además de brindar su declaración ante los camaristas y la fiscalía, el hombre dijo que “había un intenso oleaje” esa mañana y que fueron “golpeados por una ola en forma imprevista”, lo que causó el accidente, confiaron fuentes del caso.En ese sentido, se supo que se dilucidará durante el debate si existió negligencia o impericia por parte de quien conducía el gomón, teniendo en cuenta que dicha zona, es decir, donde navegaban el día del hecho, de por sí contaría con frecuentes oleajes intensos y turbulencias. Otros testimonios y lo que vieneAyer también prestaron declaración los dos primeros testigos en la causa. Se trata de un marinero y de un hombre que se encargaba de sacar fotografías a bordo del gomón siniestrado. Ambos coincidieron en los dichos del acusado en lo que respecta a que al momento del hecho “había mucho oleaje”. Durante la jornada de hoy está previsto que desfilen otros tres testigos, en este caso personas que acudieron al rescate de los náufragos. Trascendió que se tornó dificultosa, al menos a la hora de los trámites y de confirmar la presencia, la declaración de otros testigos que podrían aportar al esclarecimiento de la causa, en este caso turistas que se hallaban sobre el gomón aquella fatídica jornada, oriundos de Alemania, Colombia y Estados Unidos, entre otros. Tribunal irá al lugar del hecho Una vez cumplimentados los testimonios previstos en el juicio, está previsto que el próximo jueves se realice una inspección ocular en el lugar de la tragedia. Allí acudirán los integrantes del Tribunal Oral 1 de Eldorado, presidido por María Teresa Ramos, quien está secundada por Atilio León y Lyda Gallardo. Además deberán asistir las partes, en este caso la fiscalía, cuyo titular es Federico Rodríguez, y el abogado del imputado, José Rufino Aranda. El navegante fue imputado después de que en la instrucción se comprobara que la lancha en cuestión se encontraba en perfectas condiciones, según las pericias realizadas por técnicos de la Prefectura Naval Argentina, y que las condiciones climatológicas y de navegabilidad eran óptimas, más allá de los riesgos propios de la zona. Esas aristas se sumaron al testimonio de varios de los sobrevivientes, quienes a la hora de contar su versión de la historia ante el juez aseguraron que el “capitán” realizó una maniobra imprudente que fue la que llevó al gomón a un vuelco de campana en pleno río Iguazú, bajo uno de los saltos más imponentes de Cataratas.





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