POSADAS (Colaboración de Juan Manuel Sureda). A pedido de José Gervasio Artigas, Andresito decidió marchar sobre Corrientes luego de que fuera depuesto el gobernador artiguista Juan Bautista Méndez por el capitán José Francisco Vedoya el 25 de mayo de 1818. Se sabe que éste no aceptó una orden del gobernador Méndez de una acción en apoyo de los guaraníes, lo que Vedoya consideró una afrenta. Siempre Misiones y la Banda Oriental llevaban el mayor peso de la lucha contra los portugueses y así habría de continuar. A su vez, Santa Fe y Entre Ríos contenían exitosamente a las fuerzas porteñas enfrentadas con Artigas.Andresito decide avanzar desde Tranquera de Loreto (Ituzaingó) y el 10 de julio se halla en cercanías de Itatí.El primer enfrentamiento entre misioneros y correntinos se produce en las cercanías de Caá Catí (General Paz) cuando la avanzada misionera de 150 jinetes usando la táctica montonera, desarmó virtualmente al correntino mayor Francisco Casado quien disparó 16 mil tiros de fusil y más de 100 cañonazos hacia los pajonales con muy pocas bajas para los guaraníes. Casado, creyendo derrotados a los misioneros, se retira a San Antonio de Mburucuyá y se dedicó a depredar los ranchos de misioneros guaraníes, secuestrando niños que envió a la ciudad de Corrientes e informó a su Cabildo que los guaraníes se habían retirado a la frontera. Nada más alejado de la realidad. El grueso de las tropas de Andresito estaba oculto en los montes de Santa Isabel de Itatí. Luego del “triunfo”, Casado se unió a Vedoya en San José de las siete lagunas saladas mientras Andresito con el refuerzo de tropas al mando de Pantaleón Sotelo comienza un decisivo avance para enfrentar a los correntinos. El 2 de agosto Vedoya se ve ingratamente sorprendido con la amenazante presencia de las tropas misioneras; éstas -preparadas para el enfrentamiento- estaban distribuidas en tres flancos: ala izquierda era comandada por José López (López Chico), al centro Andrés Artigas y a la derecha Pantaleón Sotelo. El combate fue muy duro retrocediendo López Chico pero las cargas de la poderosa caballería guaraní consiguen derrotar a los correntinos. Algunos decidieron no rendirse a las Fuerzas Occidentales Guaraníes, como el capitán Córdoba con su división, que terminó aplastada por el ejército guaraní. Vedoya huye del campo de batalla ante el desenlace desfavorable y el camino a Corrientes capital está expedito para el Comandante General de Misiones y sus tropas. Entrará caminando, desarmado, en claro son de paz, precedido por un escuadrón a cuyo centro iban dos banderas (dice la historia). Será recibido bajo palio como los obispos y hará celebrar un solemne tedéum en acción de gracias. Así, en absoluto son de paz, entró Andresito en Corrientes, donde permanecería tan sólo siete meses de fecunda labor.





Discussion about this post