POSADAS Y PUERTO RICO. La lluvia caída durante el último jueves por la mañana en Puerto Rico sorprendió a propios y extraños por la intensidad que tuvo en el lapso de algo más de una hora, donde precipitaron unos 105 milímetros, provocando anegamientos en avenidas del microcentro. A causa de ello, el agua ingresó a numerosos locales comerciales hasta una altura de 10 centímetros, como así también en varios barrios ubicados en zonas bajas, estimándose un caudal hasta cinco veces superior a lo normal para este tipo de circunstancias que desbordaron el sistema de desagüe pluvial.“La lluvia comenzó a primera hora de la mañana del último jueves y a las 10.30 aproximadamente, se intensificó como si hubieran abierto un grifo, sin vientos, por suerte, pero con una intensidad pocas veces vistas, lo que provocó un gran volumen de agua circulando por calles y avenidas”, explicó el titular de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Puerto Rico, Roberto Tarnoski, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.Los bomberos voluntarios trabajaron con tres dotaciones y dos motobombas, en forma puntual en 10 viviendas del barrio Nuevo Ruta 12. “Evacuamos a los habitantes de esas casas en las que entró mucha agua, unos 50 cm. Se trata de un barrio antiguo con muchas viviendas que quedaron por debajo del nivel de las calles nuevas, próximo a la 9 de Julio y ruta 12”, apuntó Tarnoski.Luego agregó que “tenemos la misión de advertir que esta no será la última lluvia de esta intensidad y habrá que tomar recaudos individuales y en conjunto con el municipio para hacer muros de contención, nuevos drenajes, canales para que pueda correr el agua, habrá que poner bombas de achique en algunos lugares puntuales… Esto nunca había sucedido en Puerto Rico y como institución debemos advertir a la sociedad que esto puede repetirse, de acuerdo a las proyecciones meteorológicas. Entonces hay que concientizar y realizar los trabajos desde la parte comunal con las obras que hagan falta y la capacitación del personal para este tipo de circunstancias”. Por su parte, el concejal Marcelo Baumgratz, señaló a este Diario que “muchos sectores de la ciudad que antes no llegaban a inundarse ahora sí quedaron casi tapados. Pasa que llovió tres veces lo que tenía que llover. La zona baja para el lado del Hogar de Niño de la Asociación Kolping, hacia donde la ciudad va desagotando, era casi un lago. Hay un barrio nuevo del Iprodha, con unas veinte casas que se inundaron, además del Cerro Azul, y otros puntos críticos”. La lluvia paró pasado el mediodía, lo que permitió que se completen las tareas de ayuda y asistencia a los inundados. “Se han hecho nuevas bocas de tormenta, una ampliación de la red de desagüe, con entubamiento de los arroyos, pero evidentemente el volumen de agua es mayor a todo lo previsible. El desmonte cercano contribuye en parte a que no haya absorción como antes, lo que sin dudas obligará a trabajar desde el municipio en las obras necesarias”, dijo Baumgratz.





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