POSADAS. Cuarenta minutos. Casi la mitad de un partido de fútbol. O una “hora cátedra” en cualquier universidad estatal del país. Para los investigadores, ése fue el lapso que se tomaron los policías para intentar esconder las pistas que finalmente salieron a la luz y por las que están acusados por el crimen de Carlos Raúl Guirula (33).Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a fuentes de la investigación, quienes revelaron que en la reconstrucción de los detectives sobre horarios y lugares hay varias certezas pero demasiado misterio en torno a esos cuarenta minutos que no aparecen registrados en ningún lado y que se habrían tomado los uniformados para alterar la escena en la que descubrieron que la víctima había fallecido.Sábado 19 de julio, entre las 3.20 y las 4, aproximadamente, en el playón de la comisaría seccional Decimotercera. Ese es el período del que se sabe poco y nada de lo que sucedió. En el libro de guardias secuestrado por el magistrado Marcelo Cardozo, al frente del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas, consta que la Toyota Hilux llegó con Guirula en la parte trasera alrededor de las 3.20. Sin embargo, el próximo paso del que se tiene conocimiento es recién minutos después de las 4, cuando desde la dependencia dan aviso a la Unidad Central de Traslados. Enseguida llegaron los paramédicos y constataron que Guirula ya estaba sin vida.¿Qué sucedió en esos cuarenta minutos? Los investigadores creen que los policías bajaron a Guirula de la camioneta y lo arrastraron hasta cerca del mástil del playón de la comisaría. Recién entonces descubrieron que el hombre no estaba inconsciente, como creían, sino que estaba muerto.Los exámenes de luminol confirmaron las manchas del arrastre, tanto de ida hacia los calabozos como de regreso. Es que todo indica que, al descubrir que estaba muerto, el cuerpo de Guirula fue trasladado nuevamente hacia al lado de la camioneta.Además, apuntan a que fue en ese momento que los policías lavaron la caja de la camioneta e intentaron ocultar el teléfono celular de la víctima, que luego apareció escondido entre las prendas de vestir de la oficial apresada.En declaración indagatoria, los policías dijeron que no lavaron la camioneta, sino que intentaron “despertar” a Guirula a los baldazos. Y según la mujer, que se había olvidado de entregar el teléfono. Las sospechas siguen sobre los once uniformados, que hasta anoche permanecían detenidos.El hecho tuvo lugar minutos después de las 3 del sábado 19 de julio, en un albergue transitorio emplazado en la intersección de las avenidas Santa Catalina y Andresito, a cuatro cuadras de la terminal de ómnibus de la capital provincial.A esa hora, Guirula y dos amigos intentaban retirarse luego de alquilar dos habitaciones junto a dos trabajadoras sexuales cuando se inició una discusión con un encargado del lugar, al parecer, por una deuda de 104 pesos contraída por la compra de una botella de whisky por parte de la víctima.Ante el alerta, tres efectivos de la Decimotercera llegaron al lugar, pero entonces Guirula se atrincheró en su automóvil. Los policías pidieron refuerzos y llegaron tres móviles del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional I.Habría sido en esos minutos que el albañil fue salvajemente golpeado, mientras era subido a la camioneta. La autopsia reveló que tenía marcas de borceguíes en distintas partes del cuerpo, incluso en la cabeza.Al llegar a la comisaría, los uniformados se percataron de que Guirula no tenía signos vitales. Y entonces sucedió lo que se investiga, por lo que fueron detenidos once policías y relevados de sus puestos cuatro jefes de la fuerza. Videocámaras, otra prueba claveEn las próximas horas, los investigadores tendrán acceso a las filmaciones de las cámaras de seguridad del motel, que apuntan hacia la salida del predio.Ese elemento puede resultar clave a los fines de establecer las responsabilidades de los policías. Es que, en indagatoria, los uniformados del Comando dijeron que cuando llegaron Guirula ya estaba esposado, al contrario de lo que manifestaron los efectivos de la Decimotercera.Si bien todo indica que la víctima fue salvajemente golpeada fuera del lugar, en la vereda y cuando intentaban subirlo a la camioneta, esas imágenes podrían develar qué sucedió en los segundos previos.





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