“En default se entra cuando no se paga y la Argentina pagó”, fue la frase, que pronunció con énfasis esta semana la presidenta Cristina Kirchner. Sugiere el sinuoso camino judicial en el que podría desembocar el país el miércoles próximo si, a esa fecha, no se logra un acuerdo de partes satisfactorio en el conflicto con los fondos buitres. Tanto el apotegma tajante de la Presidenta, como las reuniones de los últimos días con el abogado de Nueva York Daniel Pollack (designado como mediador por el juez Thomas Griesa), parecieran indicar que el acuerdo de último momento, que podría despejar la perspectiva de un default, será tan fácil de alcanzar como el milagro que todo el país le pedía a Messi en el partido contra Alemania.Siguiendo el hilo de razonamiento de Cristina, si el deudor ya pagó, al depositar el dinero para el pago a los bonistas en el banco norteamericano que actúa como agente fiduciario del Gobierno argentino, pero “alguien bloqueó y no deja llegar ese dinero, que es de terceros, a esos terceros”, la culpa evidentemente no es del deudor, sino de quien frenó el pago; o sea la Justicia estadounidense, corporizada en este caso en el veterano magistrado del segundo distrito judicial de Nueva York.Así planteadas las cosas, se entiende que el Gobierno está dispuesto a negociar hasta último momento, pero no cree que el miércoles, cuando venza el plazo para el pago a los acreedores, pueda haber algún arreglo viable para la Argentina, y por lo tanto el default está a la puerta; salvo si sucediera el milagro de que los buitres adopten forma humana y se encarguen, como quiere Argentina, de persuadir al juez de que le otorgue un tiempo extra, hasta enero, para poder pagar sin presiones.La Presidenta descansa este fin de semana en el sur y el martes participará en la Cumbre del Mercosur en Caracas; donde la Argentina reasumirá la presidencia pro-témpore del bloque regional, y desde donde pronunciará un vibrante discursos sobre el conflicto con los fondos especulativos.En tanto, el mismo martes, por iniciativa del diputado massista José De Mendiguren, la oposición convocó a los dirigentes de las cuatro centrales obreras al Congreso, a discutir el reclamo por una suba del piso del Impuesto a las Ganancias, reivindicación que, en las últimas semanas, aparece como la prenda de unidad en el sindicalismo. Al respecto, De Mendiguren disparó contra el Gobierno, al señalar que “con el tema de los fondos buitres, la oposición ha demostrado un nivel de seriedad muy importante, incluso se acompañó al Gobierno a Estados Unidos. La actitud del oficialismo, en cambio, cada vez que planteamos tratar este tema, es levantarse e irse, incluso sabiendo que tienen la mayoría. No dan posibilidad al diálogo ni al debate”.Década depredadaTambién hubo munición gruesa contra el Gobierno ayer en la inauguración de la tradicional Exposición Rural en Palermo, donde el presidente de la entidad, Luis Miguel Etchevehere, fustigó la falta de políticas y calificó de “ocaso” del Gobierno. “Fue la década depredada. Depredaron los recursos del campo, las reservas energéticas y las del Banco Central. Se extiende sobre nosotros la sombra de un nuevo default, mientras nos dicen: ‘Que la cuenta la pague el que sigue’”, enfatizó el dirigente rural, flanqueado por los integrantes de la Mesa de Enlace, y con la aprobación de parte de la oposición, como el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y parte de su plana mayor; y el radical Ernesto Sanz, entre otros. La cercanía de un acuerdo político que derivaría en una posible fórmula entre Macri y Sanz, en tanto, fue ocasión de debates y desmentidas esta semana en el sector de Unen; donde las periódicas arremetidas de “Lilita” Carrió para avanzar en un acuerdo electoral con el macrismo ponen los pelos de punta a sus aliados del progresismo. Las declaraciones de Daniel Scioli cuestionando a quienes critican la estrategia del Gobierno respecto del conflicto con los fondos especulativos como “bomberos piromaníacos” y respaldando con brío las gestiones del Gobierno, por su parte, dieron la razón a quienes dicen -como Domingo Cavallo- que el gobierno kirchnerista se siente cómodo en la confrontación, y la pelea con los holdouts lo favorece en las encuestas. Sea como fuere, el camino a 2015 aparece marcado por un escenario donde un dato sumamente relevante es la fragmentación de fuerzas, que obliga a pensar en alianzas y transversalidades.Escándalo sin respuestaPasando al plano doméstico, el gobernador Closs parece haber agotado toda su voluntad de cambio tras los retoques en su gabinete, que se vincularon a la soterrada interna que se vive en el Frente Renovador, además de la necesidad de cambiar fusibles más que quemados, como era el caso del titular de Vialidad, Julio Duarte, golpeado por su responsabilidad respecto a la Tragedia de Acaraguá, o el exministro Ortega, en la cartera agraria. Es que ante el conmocionante Caso Guirula, un brutal hecho criminal que puso ante la Justicia a un grupo numeroso de policías de la Comisaría 13ª de Posadas; Closs, como la mayoría de los funcionarios de su gabinete, se contentó con una tardía condena a la actuación policial. La repercusión del caso y la gravedad de lo ocurrido obligarían, en circunstancias normales, a una renuncia del titular del Ministerio de Gobierno, Jorge Franco, quien acumula desaciertos en su gestión en lo que hace a su responsabilidad ante el accionar policial.La pasividad de Closs ante las críticas fundadas a un funcionario que pertenece a su círculo íntimo, familiar como político, se justificaron hasta este caso, en el que el mutismo del ministro agrava su situación, de por sí insostenible.Acuerdo de cúpulaEn este contexto, este viernes se habrían reunido los dos principales popes del Frente Renovador, por primera vez desde la caída del ministro Hassan; y habrían avanzado en un pacto de gobernabilidad con derivaciones políticas a través de las que el oficialismo intentaría fijar una propuesta definitiva hacia 2015. Las tensiones que se habían exteriorizado, entre Rovira y Closs, y que se calificaron de “guerra fría en corrillos renovadores, quedarían superadas tras el pacto, que coincidió con el regreso a la provincia del titular de la Legislatura. Los que hablaban de un acuerdo salomónico que dejaba los cambios en el gabinete para Closs y la fórmula electoral a Rovira no fueron desautorizados”, según se supo. Es que la información que trascendió, tras la cumbre, fue que se consolida en forma definitiva la candidatura de Hugo Passalacqua para la gobernación en 2015, con respaldo de los
dos líderes. Con esta decisión, comentaban ayer en ámbitos oficialistas, Alex Ziegler deberá esperar su momento si desea concretar su ambicionada candidatura a gobernador por el FR; o en su defecto, ir por fuera de la Renovación. El buen posicionamiento de Ziegler en las últimas elecciones elevó su cotización electoral y lo persuadió de salir a pregonar su proyecto de ser gobernador -de hecho un proyecto personal de larga data por el que trabaja desde que era ministro- sin esperar los santos óleos del conductor partidario. Ahora, de cumplirse el acuerdo, a Ziegler se le complicaría la estrategia y tendría que elegir proyectarse a otro de sus sueños no cumplidos, el de ser intendente de su natal Eldorado o tomar el camino de la rebeldía y dar crédito a las versiones que lo ven como candidato por el FPV, de la mano de las ambiciones presidenciales del Julián Domínguez, con quien habría hecho buenas migas en el Congreso. En el rovirismo, que se encolumna detrás de Passalacqua por indicación de Rovira, siempre se dijo que Ziegler amenaza con la gobernación para asegurarse la candidatura a intendente, a sabiendas de que su caudal electoral propio no es suficiente para patear el tablero renovador.El eldoradense tendría, además, otras opciones, pero a la vez le pesaría el fantasma de la aventura de Pablo Tschirsch en 2007, que se dejó seducir por el kircherismo nacional y su candidatura a gobernador por el FPV terminó siendo el principio del fin de su carrera política. El pacto Closs-Rovira, finalmente, no deja de ser un acuerdo de cúpulas que, aún en una fuerza verticalista como el FR; deberá trasladarse hacia abajo y conseguir, además de obediencia, una cuota de entusiasmo respetable para la fórmula que encabezaría el actual vicegobernador.





Discussion about this post