POSADAS. El próximo viernes 25 de julio, a las 17, en el auditórium del Instituto Montoya de Posadas se llevará a cabo una charla abierta al público en general por parte del historiador Felipe Pigna quien disertara sobre “Evita”, al cumplirse un aniversario más de su fallecimiento. Y en ese marco también dará una visión histórica sobre la economía y deuda argentina. El historiador Felipe Pigna con su último libro Evita (Jirones de su Vida) expresa que “lo nuevo es volver a revisar lo que está escrito y aplicar otra mirada. En el caso de Evita es retratarla como uno de los personajes más concretos de nuestra historia porque toda su obra está a la vista. La intención es derribar esa mirada folklórica o esa elevación a mito popular. Con el libro se corre el velo para que Evita no quede como anécdota molesta o como apéndice de Perón. Tengo la esperanza de que surja un debate sobre Evita en tanto sujeto histórico”.A nadie se le puede pasar una fecha tan redonda para repensar a Evita. Un personaje que Pigna no aborda por primera vez (su figura aparece en sus libros Mitos y Lo Pasado Pensado). El año pasado editó el libro Evita (en fotos) donde hace una reseña histórica de ella, pero recién este año con Evita (Jirones de su Vida) se mete de lleno con la corta vida política de la Abanderada de los Humildes: “En este sentido Evita es comparable a la vida política de Mariano Moreno, de mayo a diciembre de 1810. Desde el viaje de vuelta de Europa en 1947 hasta su muerte, Evita dejó un tendal de obras en la sociedad argentina”. El dato más ilustrativo para entender la obra de Eva Perón, Pigna señala que “la Sociedad de Beneficencia fue creada durante el mandato de Bernardino Rivadavia y en 120 años apenas se sintió su existencia. Evita, en cambio, en cuatro años dejó un trabajo descomunal y con alto grado de ciencia. Trabajaba 18 horas por día atendiendo a las necesidades de la gente a través de esa entidad”. La preponderancia que Evita le dio a esta entidad para el historiador no pasa por alto: “Para 1945, en un caso excepcional en Argentina, los trabajadores acceden a la mitad de la torta en el reparto de la riqueza vía salarios. Para Evita la Fundación debía cumplir un papel altamente distributivo y le dice a Perón ‘¿qué pasa con los desocupados? ¿qué pasa con las madres solteras, ancianos y niños de bajísimos recursos económicos?’. Entonces aparece con la Fundación con las viviendas y el trabajo (en aquella se entregaba máquinas de coser). Fue un año récord en distribución y cuando se supera el 40 ponés muy nervioso al sistema y tenés un conflicto en puerta”.Con el paso del tiempo, Pigna reconoce que la figura de Eva empezó a tener una mayor aceptación social o a quererla más: “Sólo un sector muy minoritario como las caceroleras que aún la siguen llamado ‘yegua o la perona’”. Según su visión “se debe al horror que vino después en nuestro país con el gobierno de Isabel Perón, mujer a quien yo no le niego la capacidad de daño y no sé porqué se la indulta de los secuestros, asesinatos y torturas durante su gestión, antes de la dictadura militar”.





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