POSADAS. No sólo los usuarios del pésimo servicio del transporte urbano e interurbano de pasajeros están indignados y cansados del maltrato. Ahora, algunos de los propietarios de las agencias de quiniela que oficiaron de iniciales puntos de recarga de la tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico (Sube), decidieron devolver las máquinas Posnet utilizadas para tal fin.Cansados de ser los receptores de las quejas (que llegaron hasta intentos de agresión física por parte de usuarios); sumado al bajo porcentaje de ganancia que perciben por la venta de la Sube, decidieron el retiro del servicio de recarga de sus locales.A pesar de las miles de quejas, ayer salió el subsecretario provincial de Transportes, el clossista Hermes Almirón (conocido por su facilidad para aprobarle boletazos y extenderle plazos de obligaciones al Grupo Z) a asegurar que el Sube “es el mejor sistema que se pudo optar” y la respuesta automática de muchos pasajeros fue: ¿Cómo habrán sido los peores que fueron descartados?Almirón, sin embargo, admitió que “el sistema no estaba preparado para esta contingencia de tanta gente que iba a dejar para último momento tramitar la tarjeta”. En diálogo con Radio A, el funcionario cargó contra las quejas públicas que tiene el pésimo sistema. “Hay toda una campaña. Es el mejor sistema que se pudo optar. Durante 10 meses estuvo a prueba y la gente optó por este sistema. Ahora que estamos migrando, las mismas voces que atacaban que no había sistema de pago electrónico para control de unidades hoy buscan todas las alternativas para decir que no anda, que no sirve y que es un inconveniente. El fin último del control no es un medio de pago”, declaró molesto por la publicidad de las quejas de miles de usuarios.Finalmente, confirmó que el próximo martes 22 de julio se reunirá una vez más el comité de seguimiento del Sistema Integrado donde el Grupo Z “eventualmente deberá presentar un plan de contingencia para salvar los inconvenientes que se han suscitado”. Y en un tono menos contundente, expresó que la alternativa sería volver a suspender la aplicación de la tarifa diferenciada que sigue vigente. Primero le negaron la Sube a discapacitada y hoy se la exigen En Candelaria, la docente Alejandra Servián denunció a “FM del Lago” que a principios de año desde la empresa Servicios Urbanos a cargo del Sube, se “negaron a tramitarle la tarjeta a su hija Ángeles de 18 años, quien padece hipoacusia, porque la joven contaba con carnet de discapacidad”. Sin embargo dijo que para su sorpresa, esta semana cuando intentó viajar junto a la joven, “el chofer de colectivo de mala manera le exigió que presente el plástico “sino que pague o se baje”, expresó.Servián quien se desempeña como maestra auxiliar en escuelas primarias, comentó que en enero se acercó “hasta la Municipalidad de Candelaria para tramitar la Sube para ella y sus tres hijas, entre las que se encuentra Ángeles. Para mí y mis otras dos nenas logré hacer el trámite, pero no para Ángeles porque quienes me atendieron dijeron que no hacía falta porque ella tenía carnet para discapacitados con el que viaja gratis, por lo que no valía la pena la Sube”.Desde que gestionó, a principio de año, recién este mes obtuvo su tarjeta y la de sus hijas, pero para su sorpresa cuando esta semana intentó abordar una de las líneas del servicio urbano de pasajeros, el chofer exigió que Ángeles presentara la tarjeta “le expliqué lo que me había dicho la empresa, pero no entendió me dijo que pague o se baje. Nos trató muy mal”, expresó. Servián criticó además la falta de puntos de trámite y recarga del plástico en la Antigua Capital, además del deficiente servicio brindado y las unidades en mal estado “muchas cuestiones, muchas falencias y muy caro el boleto”, concluyó.En Posadas, ayer, un discapacitado logró atención preferencial para sacar su Sube. Intentó al mismo tiempo hacer las de sus hijas. Pero recibió la negativa de la persona que lo atendió. Y deberá volver y hacer cola para cumplir con ese cometido.





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