POSADAS. “Ofe”, “Ofelia”, “Oh Felina!!!”… de muchas maneras se conoce a la multifacética artista Ofelia Cendra, que desde hace 25 años aporta su creativo arte a la cultura misionera. Carismática, enérgica, impulsiva y soñadora, así es esta actriz, directora de teatro, diseñadora, que lleva esa profesión de polifacética.Para festejar y agradecer a la gente que la acompaña desde hace tanto tiempo, ofrecerá desde el jueves 10, a las 20.30, una muestra de “Off The Art” que llevará el nombre de “Arte en libertad”, en el Museo Juan Yaparí, “porque expuse un par de veces, es un lugar que me gusta, ese primer piso, cálido, es perfecto para conjugar esta muestra, con características antiguas, donde vamos a armar un living, con muebles intervenidos”, expresó la directora.Uno de sus compañeros de ruta, Café Azar, supo explicar que “en esta muestra ‘arte en libertad’ podremos ver una explosión psicodélica de colores y texturas. Así se podría describir las intervenciones a objetos que realiza desde hace un tiempo ya Ofelia Cendra, bajo la marca ‘Off The Art’. No hay lugar en donde la mirada pueda descansar, acomodarse, porque el arte provoca (y algún día atacará, según canta el flaco) y en ese provocar, en ese estimular, nos impulsa vertiginosamente hacia paisajes que explotan en esquirlas cromáticas y sorpresivas porosidades”.Ese mismo destello de energía y colorido se traduce en “luces brillantes que parecen haberse tatuado en carteras, zapatos, bolsos y en cuanto objeto que cae en las manos de Ofelia Cendra. Uno puede desplomarse en la tentación de querer bosquejar una genealogía del espíritu bricoleur asociando sus antecedentes como docente y actriz poniendo el cuerpo, la voz y las emociones en diferentes escenarios o, en las búsquedas más recientes (aunque ya casi instaurando un tiempo de consolidación) vinculadas al arte y la estética circense. Sin embargo, prefiero creer que hay una pulsión que combina miradas, tactos y voces -en modo raw- para plasmarse en las intervenciones que vemos en los objetos después que pasaron por las aduanas creativas de Ofelia Cendra. No todos vemos el mundo, los mundos, de la misma manera. Por suerte es así. Por suerte, ‘Off The Art’ nos ofrece viajar -lisérgicamente-por los suyos”, explicó Café Azar. Años de puro amorÚnica protagonista de una vida cargada de alegrías, Ofelia Cendra, contó a PRIMERA EDICIÓN que “para mí estar haciendo hace 25 años y más, lo que me gusta, vivir del arte, es ser una privilegiada. El arte es mi cada día a día y es mi modo de vida. Siempre fue así, desde muy pequeña”. Quien tuvo la posibilidad de ingresar a su casa también entendió que por las venas de esta mujer corre sangre teñida con arte y del más puro, “no conozco otra forma de vivir y mis hijas tampoco. Rodeadas de obras de arte, de música y es normal, común. Pero no por eso dejo de valorar que vivo en mi mundo que elegí y lo adoro”.Sobre lo que llevará a escena desde el próximo jueves 10, explicó: “La muestra lleva el nombre ‘Arte en libertad’ porque así me siento hace un par de años en todo sentido, siento que estoy en libertad conmigo, con mis pensamientos, forma de ver la vida, siempre libre. Hasta cuando duermo, y de alguna manera lo plasmo en esta muestra. Obviamente que a la vista del espectador no se ve literalmente”.También dijo que en el proceso de creación sintió esa libertad, “fui armando todo, pintando, interviniendo, bordando, pegando y mucho más. Tiene que ver con mi vida, con mi esencia”.A su vez, nunca dejó de jugar, por eso siempre explica que esa niña interior está presente en cada cosa que emprende, “esa niña interior aflora todo el tiempo en mis canciones, espectáculos, pinturas, intervenciones”.Sobre ese sello personal indicó que además de ser propio “lo hice mío, puede gustar o no, pero se sabe que es mío y eso me gusta”.Para darle un nombre técnico, el estilo que usa Ofelia es psicodélico-kitsch, “mucho color, visualmente abarrotado de información, de imágenes y divertido. El kitsch es un concepto estético y cultural que en su origen ironizaba con la relación arte barato y consumismo: hoy designa la inadecuación estética en general y permite comprender en gran medida las formas de la cultura y el arte contemporáneos, llenos de producciones alternativas que se relacionan constantemente con el kitsch promoviendo efectos baratos, sentimentales y muchas veces dirigidos para el consumo masivo”.La psicodelia es uno de los componentes más notorios de la contracultura, pues ofrece una vía de escape de los límites impuestos a la conciencia y a la vida diaria por el sistema dominante. A partir de entonces, pierde notoriedad y va siendo desplazada por otras corrientes culturales, aunque su influencia persiste en múltiples manifestaciones contemporáneas, siendo especialmente obvia en la publicidad, el videoclip, el cine y la música psicodélica de vocación underground.Como cada creación tiene alma, corazón y vida, la muestra encerrará ese mismo compromiso por lo que la dedicará especialmente a sus hijas: Maki, Nain y Joa, sumando a su nietito Donatto. “Algunos cuadros están inspirados en personas que fueron importantes en mi vida y de alguna manera lo siguen siendo. También es un regalo que me hago a mis cincuenta años, cuando estoy viviendo cosas y momentos totalmente diferentes y eso me hace libre, me hace feliz”.Las curadoras de la muestra son Karen Wara, Maki y Silvia de Nolup, y como su arte es compartido, el día de inauguración la acompañará la banda integrada por Gino, Juan y Diego Bergara.





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