POSADAS. En 1942, la firma Celulosa Argentina produjo un giro fundamental en la vida de Puerto Piray con la instalación de su fábrica celulósica. Lamentablemente, tras un traumático camino hasta llegar a los capitales chinos de Samtay SA, el pueblo sufrió otro giro que puede terminar con 86 trabajadores en la calle.“El día que hacíamos la asamblea para elegir la Junta local, la empresa envió los telegramas y procedieron a despedir a la totalidad de los que se desempeñan en la empresa”, denunció desde Buenos Aires a PRIMERA EDICIÓN el secretario general de la Federación de Empleados y Obreros de la Industria del Papel (FOEIP), Blas Alari.“Pienso que es una cuestión arbitraria, porque la excusa que han utilizado ha sido que las lluvias no permitieron ingresar troncos. Por lo tanto, nos dijeron en palabras -pero no por escrito- que había que parar por cuatro meses. Pero nosotros vemos una maniobra antisindical”, explicó Alari. Los dueños de la ex Celulosa Piray son los mismos que la otra empresa radicada en Pilar (Buenos Aires) “donde también ejercen una política antisindical total”, acusó Alari, quien contó que, tras dos meses de negociaciones, la FOEIP iba a constituir su sindicato en Piray. “En Misiones, íbamos construyendo el sindicato y salieron pidiéndonos dos meses para poder hacer cosas y que después se haga la convocatoria. Le dijimos que no ejerzan la misma política que en Pilar porque iba a haber muchos problemas. Se cumplieron los dos meses y quisimos conformar la comisión directiva. ¡Qué casualidad que ese mismo día salieron todos los telegramas de despido! ¡Pobre la gente de Puerto Piray, que tanto sufre golpe tras golpe!”, exclamó.El “gran negociado”En la charla del secretario general de la Federación de empleados del papel con este diario volvió la poco transparente historia de la conversión de CPP en cooperativa y de cooperativa a empresa bajo el liderazgo de Mario Escurra, ex titular del gremio papelero por entonces, quien llegó a ser presidente de la desaparecida Cooperativa de Trabajo Puerto Piray Limitada.“Primero fue Celulosa Puerto Piray, se vendió. Después desgraciadamente se conformó como cooperativa, que hicieron el gran negocio cuatro o cinco vivos políticos de la zona, del pueblo, el intendente y la gobernación. La cooperativa duró hasta que a ellos les convino y entonces, vendieron todas las acciones a Samtay”, aseguró Blas Alari.El dirigente nacional de los papeleros dejó en claro que “el intendente (Jorge Lezcano) y el secretario de Gobierno estuvieron involucrados en todo el proceso para ser cooperativa. No hay a quién recurrir en Misiones. Y acá en Buenos Aires hacen lo que les dicen los funcionarios de Misiones”, advirtió en cuanto a que en la provincia los afectados no tienen quién los ampare. Agregó Alari: “cuando en Piray hicieron la cooperativa, utilizaron para capital los tres o cuatro meses de deuda que tenía la empresa anterior con los compañeros. Utilizaron sus indemnizaciones como capital. Cuando cerró la cooperativa no recibieron ni el 30% de ese valor ni actualizado. Quiere decir que el negocio ya estaba hecho para otros, no para la gente”. Sobre este mismo tema, el titular de la Federación recordó a los “traidores” locales: “he estado mucho tiempo en Piray. Pasamos las buenas y las malas. Ha sido un sindicato muy luchador. Los compañeros defendían bien la fuente de trabajo. Cuando se hizo la cooperativa, lamentablemente como muchas veces acontece, aparecen los traidores que se ofrecen y salen siendo gerentes de la cooperativa o encargados. Pero ellos no manejan nada, manejan los de afuera”, disparó.¿Otra cooperativa?En varios tramos de la charla, surgió un fantasma que se reactiva cada vez que la empresa celulósica (no importa en qué manos esté) manifiesta problemas para seguir adelante, sabiendo los empresarios que sin la planta funcionando, se apagará la fuente principal de trabajo directo e indirecto de Puerto Piray. Ese fantasma se llama “otra cooperativa”. “Ahora, no creo que la gente con esa experiencia, acepte hacer una cooperativa”, aseguró Blas Alari, titular de la FOEIP.“Están buscando que los gobiernos colaboren con la empresa y la volverían a hacer funcionar nuevamente pero con la mitad del personal que está. Piensen que hay compañeros que tienen 15 y hasta 20 años de antigüedad. Ésas serían las cabezas que se desean cortar. Lo que quisieron hacer es impedir que la gente se organice sindicalmente; si es que se reabre la planta industrial de acá a cuatro meses, va a ser para que entre el 50% del personal. Sin hacer ningún tipo de mejora”, dijo.Alari reveló a este diario que “las condiciones de trabajo de la gente eran pésimas. No se cumplía con nada, se quitó el transporte que los llevaba a la planta industrial, a los que vivían en el monte. Y hubo algunos trabajitos que hizo esta gente que ingresó a lo último. Pero el ambiente y la forma de trabajo siguió siendo similar a la que se aplicaban antiguamente”.Consultado Alari si la fábrica es inviable, respondió: “Si siguen las cosas así, sí. Pero pienso que las cosas van a cambiar. No puede ser que Puerto Piray llegue al cierre, siendo una de las pocas empresas que tiene puerto propio y que con pocos pesos puede rehabilitar una de las industrias más importantes. Una industria que protege a un pueblo. Por eso digo siempre pobre la gente de Piray, pobre Misiones por como están llevando la situación laboral”. Una denuncia que no tuvo avances en la Justicia provincial en EldoradoEn 2012, a poco de producido el traspaso a Samtay SA, un grupo de 25 exsocios de la cooperativa liderada por Mario Escurra se presentó ante la Justicia de Instrucción y la Laboral de Eldorado para denunciar al propio Escurra, a Aníbal De Jesús Insfrán y a César Herminio Figueredo (secretario y tesorero respectivamente de la disuelta entidad cooperativa).Ante el juzgado de Instrucción Penal 1, a cargo del juez Roberto Saldaña, se tramita el expediente 213/12, cuya carátula es “Administración fraudulenta” presentada por once socios de la ex Cooperativa. Dos años después, muchos de los que accionaron judicialmente se jubilaron y unos pocos fueron reincorporados por la empresa aunque ahora corrieron la misma suerte que sus compañeros de ser despedidos. Pero, en su mayoría, se dedicaron a hacer changas para sobrevivir.Según explicó Emiliano Rodriguez, el abogado patrocinante de los socios, la causa sigue su curso sin avances significativos.En su momento, debieron pasar por los tribunales judiciales el intendente de Piray, Jorge Lezcano, y el ex secretario de
Hacienda de Eldorado, Gustavo Mendoza, en calidad de testigos. Se ordenaron allanamientos incluyendo el domicilio particular de Escurra, buscando documentación que pudiera ser importante para el desarrollo de la investigación. Pero nada se resolvió sobre las denuncias.





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