OBERÁ y POSADAS. Con la toma de muestras genéticas de los cuatro detenidos, comenzará hoy una nueva semana de investigaciones en torno a la masacre de Panambí, aquel feroz robo en el que fueron asesinados Oscar Knack (43), su esposa Graciela (42) y dos de los hijos de la pareja, Cristian (25) y Bianca (12).Según confirmaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN, más allá de las versiones que corrieron en las últimas horas, recién hoy se llevará a cabo el hisopado bucal de los cuatro detenidos que hasta ahora tiene el caso. El objetivo será el de contrastar los resultados de esos exámenes con las muestras levantadas en la escena del crimen.Así las cosas, el exprefecturiano Pablo Julio Paz (51), Juan Ramón Godoy (44), el chapista paraguayo nacionalizado argentino Marcial Alegre (45) y el suboficial del Ejército argentino, de 52 años, serán sometidos a la extracción de mucosa bucal. Las muestras serán enviadas a Buenos Aires, por lo que los resultados podrían conocerse recién luego de varios días o semanas.Mientras tanto, la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat -cuestionada desde varios sectores por su oposición a la ablación de Cristian Knack, por no judicializar la declaración del joven días antes de morir y hasta por no estar presente en la escena del crimen- aguarda por los resultados del entrecruzamiento de llamadas entre los teléfonos celulares secuestrados en medio de la detención de los cuatro sospechosos, todos oriundos de San Javier.Esa pericia fundamental es llevada a cabo por efectivos de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) del Poder Judicial desde hace algunas semanas. Se trata de un “trabajo fino” que requiere de enorme paciencia así como de un centenar de horas de trabajo.Y más allá de los laboratorios, el trabajo policial continuaba hasta ayer en la zona centro de la provincia, donde efectivos de distintas dependencias de la fuerza provincial continuaban tras los rastros del quinto sospechoso, luego de la confirmación de Cristian, quien antes de morir aseguró que vio en su casa a cinco encapuchados.Todo sucedió minutos después de las 19.30 del domingo 25 de mayo, cuando los ladrones irrumpieron en la casa del empresario maderero, emplazada sobre el kilómetro 7 de la ruta provincial 5, en jurisdicción de Panambí.Los ladrones -uno de los cuales portaba un arma de fuego- maniataron a Oscar, Graciela, Cristian y Bianca y los encerraron en la habitación matrimonial. Tomaron 300 mil pesos con los que el muchacho había llegado minutos antes por la venta de una carga de machimbre. Ya habían torturado a la pequeña. Antes de escapar, los rociaron con alcohol y prendieron fuego.En el Madariaga, donde agonizó por 36 días, Cristian milagrosamente se recuperó para relatar lo que sucedió. Allí aseguró que mientras escapaba del infierno por una ventana se cruzó con uno de los ladrones, quien ya tenía su rostro descubierto. Lo identificó como el prefecturiano que solía comprarle machimbre a su padre, el mismo cuyas huellas dactilares fueron halladas en la escena, en una caja de zapatos.Lamentablemente, la jueza no estuvo presente durante esa declaración y tampoco exhortó a otro magistrado para que así lo hiciera, por lo que podría ser declarado técnicamente nulo por los abogados defensores. Horas después, Cristian sufrió una recaída y falleció, sin que su testimonio haya sido judicializado, con la gravedad que eso significa.





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