POSADAS. Más de medio año después, la investigación por el salvaje crimen de Marina Da Silva (19) volvió a arrojar novedades. Fue ayer por la mañana, cuando se procedió a la detención del presunto amante de la joven, del sereno y del dueño de la olería donde trabajaba su concubino, Franco Ramos (19), imputado por “homicidio simple”.Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN mediante sus fuentes, quienes revelaron que el procedimiento se llevó a cabo en Nemesio Parma, cerca de donde fue encontrado el cuerpo de la víctima el último día del año pasado.Fueron efectivos de Homicidios, dependientes de la Dirección de Investigaciones de la Policía de Misiones, quienes arribaron alrededor de las 7 de ayer por expreso pedido del magistrado Ricardo Balor, al frente del Juzgado de Instrucción 6 de Posadas.Después de una serie de resultados obtenidos en el transcurso de la última semana, Balor ordenó la inmediata detención de “Juancho” (28), presunto amante de Da Silva y sobre quien ya pesaban sospechas firmes en el inicio de la pesquisa; “Pili” (25), sereno de la olería en la que se halló sangre de la víctima; y “Tati” (54), propietario del predio donde funciona la fábrica de ladrillos en cuestión.Así las cosas, los efectivos montaron un operativo durante la mañana de ayer que terminó en total éxito, con el arresto de los tres sospechosos. Según trascendió, “Tati” estaba en la olería cuando lo apresaron, mientras que “Pili” fue arrestado en momentos en que circulaba en una motocicleta. Por último, “Juancho” terminó esposado en momentos en que estaba a punto de embarcar para pescar en el Paraná.Los tres fueron trasladados hasta sede policial, donde quedaron a disposición del juez de la causa, quien podría indagarlos en las próximas horas. Este diario pudo saber que, según las principales hipótesis, los tres guardarían algún tipo de relación con el crimen. Los investigadores buscan establecer ahora qué grado de participación le cabe a cada uno.Sangriento hallazgoMarina fue vista por última vez con vida el jueves 19 de diciembre de 2013. Desde entonces su paradero fue un misterio, hasta que alrededor de las 12 del martes 31 de diciembre, a horas de que finalice el año, su cuerpo apareció masacrado en un pozo de agua cercano a la casa que compartía con Ramos y la hija de la pareja, de apenas 2 años.Las pericias confirmaron lo peor. Marina había sido atada de pies y manos con cables. Él o los asesinos ataron luego una piedra de 30 kilogramos al cuerpo y lo arrojaron al pozo con el fin de hacerlo desaparecer. La autopsia reveló que murió por traumatismo y fractura de cráneo. Además, que no fue violada.Desde la Policía, el Juzgado de Instrucción 6 y la Saic se inició una investigación que acabó con la detención de Ramos, ya que en la casa de la pareja se hallaron rastros de sangre, principalmente en un balde con agua y prendas de vestir, como si se hubiese intentado eliminar evidencia. Al joven se le dictó prisión preventiva y fue formalmente imputado por “homicidio simple” a principios de mayo pasado.Sin embargo, eso no fue todo. Las pruebas de luminol también dieron positivo en el baño de la olería en la que trabajaba Ramos, supuesta escena del crimen. Ante esta situación y demás elementos de valor para la causa, en las últimas horas se procedió a la detención de los otros tres sospechosos. Ahora resta determinar qué vínculos existen entre los cuatro. Y quién y por qué mató de manera tan despiadada a Marina.





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