OBERÁ. Tras las reveladoras declaraciones de Cristian Knack, único sobreviviente de la “masacre de Panambí”, ahora trascendió otra pericia científica que compromete seriamente la situación del exprefecturiano Pablo Paz, sindicado como uno de los cinco criminales que irrumpieron en el domicilio del empresario maderero y mataron sin piedad, como bestias.Se trata de un trabajo de cotejo que permitió determinar que los rastros de pisadas halladas en el escenario de la masacre, más precisamente en el living de la casa, coinciden con las alpargatas secuestradas en la vivienda del exintegrante de Prefectura Naval Argentina (PNA). Después del valiente testimonio de Cristian, esta pericia pareciera perder relevancia pero constituye otro soporte probatorio de peso contra uno de los tres detenidos que tiene la causa, que instruye el Juzgado de Instrucción 1 de Oberá, a cargo de la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat. La Policía dispuso, con buen tino, reforzar la seguridad en torno a Cristian, después de que trascendiera la magnitud de sus declaraciones. Que este muchacho, de 25 años, esté vivo es un milagro. El otro es que pudiera testimoniar, en el estado delicadísimo en que se encuentra y frente a familiares, autoridades policiales y judiciales. Cristian identificó a Paz como uno de los cinco hombres que, la mañana del 25 de mayo pasado, irrumpió en su domicilio para apoderarse de 300 mil pesos que él, horas antes, había cobrado en Corrientes por la venta de madera a un empresario de Buenos Aires.Sobre el sospechoso aseguró que solía concurrir al aserradero de su familia y hasta brindó detalles del camión en que lo hacía. Al parecer, el padre de Cristian, Carlos Knack, le habría dicho al exprefecturiano que no fuera más al negocio, después de que éste intentara cortejar a la esposa.La Policía ayer intentaba ubicar el transporte de carga, aunque hasta anoche no había novedades al respecto. El sobreviviente explicó que Paz se habría sacado el pasamontañas en medio del truculento asalto y que, además, cuando logró salir de la vivienda, completamente quemado, vio al asaltante al costado de un VW Bora, en cuyo interior estaban los cómplices. Ahora, el gran objetivo de los pesquisas es determinar la identidad de los cinco criminales. En otro orden, mañana desde las 15 vecinos de Panambí realizarán una marcha en dicha localidad, en memoria de las víctimas y por Justicia. El objetivoEl testimonio escalofriante de Cristian Knack permitió orientar, definitivamente, la investigación hacia el más complicado en la causa: el exprefecturiano Pablo Paz.Los investigadores trabajan ahora en recabar la mayor cantidad de pruebas contra los otros dos detenidos: el mecánico Marcial Venicio Alegre y su amigo, Juan Godoy, sindicado como propietario del VW Bora en que los criminales habrían escapado el día de la masacre.Una pericia determinó que ese coche habría chocado un poste ubicado cerca del domicilio de la familia Knack, consignaron los detectives.





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