BUENOS AIRES (DyN). El ministro de Economía, Axel Kicillof afirmó que “la Argentina quiere seguir pagando” su deuda reestructurada, aunque admitió que “por ahora, no hemos tenido respuesta” por parte del juez Thomas Griesa al pedido de reposición de la medida cautelar que garantice el desembolso pleno que debe realizarse el próximo lunes.En ese sentido, criticó que “no puede ser que en tres días un país no tenga otra (opción) que tener una deuda nueva de 15.000 o 120.000 millones de dólares”, si se consideran los eventuales reclamos que se dispararían con el levantamiento de la cautelar o “stay”.“La Argentina quiere seguir pagando pero no la dejan, es un caso inédito, insólito”, afirmó el jefe del Palacio de Hacienda al hablar en Nueva York ante el G-77 más China, en un encuentro que se desarrolló en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York.Kicillof enfatizó que “la Argentina pidió negociar de buena fe y solicitamos una suspensión de la sentencia para poder tener una negociación justa y equilibrada”.“Por ahora, no hemos tenido respuesta”, se lamentó el ministro de Economía y recalcó que “la negociación tiene que ser justa y equitativa para al 100% de los acreedores y eso no puede darse en un plazo de tres días”.Frente a este panorama, Kicillof planteó a los asistentes: “¿Díganme si este fallo no puede ser una forma de tirar abajo la reestructuración que fue exitosa?”. El ministro explicó que la sentencia de Griesa “obliga al país” a pagar unos 1.500 millones de dólares que, inmediatamente se ampliarían a 15 mil millones ante el reclamo de bonistas con títulos similares.El funcionario consideró que la sentencia es una “interpretación inédita, completamente novedosa, de una cláusula estándar que pone en riesgo no sólo a esta reestructuración sino a (las de) otros países emergentes. Este fallo nos empuja a una situación de default técnico. A un sufrimiento para el pueblo argentino”, alertó.“Nadie esperaba que la Corte Suprema de los EEUU dejara firme este fallo con esta interpretación novedosa de la cláusula Pari Passu”, se quejó Kicillof y afirmó que “nos impusieron determinadas condiciones que ponen en riesgo, no ya la reestructuración, sino la economía en su conjunto”.“El negocio de los fondos es litigar, para que le reconozcan el 100% de lo que reclaman. Entonces, se da la paradójica situación de que un solo bonista pueda poner en riesgo toda la reestructuración completa”. “Profundas consecuencias”La Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió que los fallos de la Justicia estadounidense que obligan a la Argentina a pagarles a los fondos buitres amenazan con “profundas consecuencias” al sistema financiero internacional. A través de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), el organismo reiteró su llamado de larga data para un “mecanismo de reestructuración” de la deuda soberana en default.Así, la ONU respaldó la intención de la Argentina de acercar a los denominados “fondos buitres” a un canje de deuda sin mejorar las condiciones que fueran ofrecidas en las reestructuraciones de 2005 y 2010. Dijo el organismo que las dos resoluciones dirigidas que benefician a los tenedores de bonos emitidos bajo la legislación de Nueva York “resuenan mucho más allá de las fronteras de la Argentina y los Estados Unidos”. Eso, según la ONU, sentaría “precedentes jurídicos que podrían tener profundas consecuencias para el sistema financiero internacional”. Eliminaría cualquier incentivo financiero para conseguir que los acreedores de cualquier otro país acepten participar en nuevas reestructuraciones de deuda, “en particular para los bonos en circulación sin una cláusula de acción colectiva, cuya cantidad real se desconoce, pero es probable que sea mucha”. En segundo lugar, obligaría a las instituciones financieras de terceros a proporcionar información sobre los activos de los prestatarios soberanos, lo que tendrá un “impacto significativo en el sistema financiero internacional”. Eso obligará a las instituciones de servicios financieros a proporcionar información confidencial sobre las transacciones financieras globales de los países, lo que facilitará la ejecución de los contratos de deuda para los acreedores. Y en tercer lugar, advirtió que el fallo “erosionará la inmunidad soberana”. Nada aún, pero bajo estricto secretoBUENOS AIRES (NA). El mediador entre la Argentina y los fondos buitres, Daniel Pollack, dijo ayer que “hasta ahora no hay resolución” en la negociación pero aclaró que las partes “mantendrán” las tratativas en forma confidencial para tratar de llegar a un acuerdo.Pollack, designado mediador en el conflicto por el juez Thomas Griesa, formuló declaraciones a la agencia internacional Bloomberg, que se conocieron en esta capital y posteriormente dio a conocer un comunicado.El comunicado sostiene que “los abogados de las partes se reunieron conmigo ayer (por el martes) durante varias horas, y también se han comunicado conmigo telefónicamente en el transcurso de las últimas 48 horas”.Dijo que durante esas tratativas “no se ha alcanzado la resolución” del conflicto pero que “las partes, a través de sus abogados, han acordado mantener la sustancia de nuestras conversaciones confidenciales con el fin de facilitar la posibilidad de una resolución futura”. Cuestionan la falta de “lobby”En el Gobierno ya comenzaron los pases de factura por los abogados que contrató la Argentina para defenderse en el caso de los fondos buitres, a los que la Justicia de EEUU dictaminó que había que pagarles más de U$S1.300 millones.Las críticas que le hacen a los representantes del país desde el 2002, Carmine Boccuzzi y Jonathan Blackman, es que se basaron en una defensa estrictamente técnica y legal, pero no hicieron lobby a favor de la Argentina, a diferencia de los holdouts, que montaron campañas muy efectivas contra el país, sobre todo el titular de NML Elliott, Paul Singer.El reproche consiste en que ni Boccuzzi ni Blackman se ocuparon de reunirse con representantes del juzgado, ni del Congreso para sumar apoyo a la posición en esos dos espacios, una mov
ida que podría haber resultado clave en el desenlace del conflicto con los buitres.La defensa argentina debió enfrentarse a Singer, quien en los círculos de Wall Street es considerado un lobbista experto.





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