BUENOS AIRES (NA). Los planes sociales, en especial la Asignación Universal por Hijo, fueron eficaces para reducir los niveles de indigencia en la Argentina pero poco pueden hacer ahora para bajar la pobreza, que requiere, además, de “desarrollo económico y empleos de calidad”.Así lo advirtió el investigador de la Universidad Católica Argentina (UCA) Eduardo Donza, quien sostuvo que desde hace años los niveles de pobreza se estancaron alrededor del 25% de la población y conforman un “núcleo duro” difícil de perforar.El especialista, que participa en la confección del Barómetro de la Deuda Social Argentina de la UCA, señaló que el último informe arrojó que un 25% de la población es pobre, mientras que 5,5% es indigente.“En 2002, 2003 había un nivel de pobreza del 50%, hoy estamos hablando de la mitad de esa cifra. Por supuesto que mejoró enormemente esa situación, pero todavía sigue siendo un problema”, dijo Donza en declaraciones a Asteriscos AM, por Radio El Mundo. Consideró que es una “situación complicada, pero no grave como las que tuvimos”, mientras recomendó “reactivar” el mercado laboral y “generar empleos de calidad” para que mejoren las condiciones de vida de los ciudadanos.El investigador explicó que “los planes sociales logran cubrir las necesidades de alimentos, pero no las indispensables para salir de la pobreza”.“Según nuestras mediciones, los niveles de pobreza están casi iguales en varios años, mientras que los de indigencia bajaron”, subrayó Donza, quien señaló que también se “estancaron” los niveles de precarización con trabajadores que se desempeñan en el “sector informal o viven de un programa de empleos”. El sociólogo hizo hincapié en que “para salir de la pobreza, hay que mejorar el mercado de trabajo y la estructura productiva, con el fin de que genere posibilidades de buenos empleos”.





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