ISLA APIPÉ GRANDE (Corrientes). Mientras esperan esperanzadas el descenso del caudal de las aguas, más de 40 familias fueron evacuadas y trasladadas a varios centros de la zona y a casas de familiares. Esto sin contar a los pobladores que salieron de sus viviendas por sus propios medios. “Los estamos asistiendo pero estamos prácticamente desabastecidos porque 42 familias significan un grupo grande al que hay que proporcionar comida y agua”, señaló la intendente de la Isla Apipé Grande, Mónica Soledad Romero, quien junto a su equipo de trabajo está abocada a las tareas de asistencia a través de lanchas ya que los principales caminos internos se hallan intransitables por la creciente.Recordó que la isla se encuentra a 17 kilómetros de la localidad de Ituzaingó y solamente se puede acceder en lancha. “Nos falta mercadería y combustible porque estamos compartiendo con quienes cuentan con embarcaciones a fin de que procedan en caso de que observen a pobladores en riesgo. Es que no podemos llegar a todos, la isla es muy complicada, y por los fuertes vientos está cerrado el puerto”, agregó.“Cuesta mucho pero tenemos un grupo humano excelente, armamos Apipé y la defendemos, pero luchar contra el agua no es fácil”, confió Romero, quien nació en la isla y conoce de cerca el panorama. “Convivimos con esto pero hoy por hoy la dinámica del río cambió mucho. Si bien sabemos que vamos a tener inundaciones, el agua no es mansa como antes. Ahora viene con mucha violencia. Esperamos que empiece a bajar así podremos llevar tranquilidad a algunos pobladores que están rodeados, con el agua a cinco metros o al borde de su casa. Para nosotros sería una gran alegría”, manifestó desde el puerto de Ituzaingó hasta donde viajó para tramitar asistencia.Asistencia del GobiernoEl Ministro de Desarrollo Social e Igualdad, Federico Mouliá, junto a su equipo de trabajo, visitó ayer la localidad de Itatí, donde asistieron a quince familias evacuadas y autoevacuadas, y profundizaron las labores de prevención. “Tomamos contacto con las autoridades del municipio y con los vecinos, a quienes se les entregó agua mineral, pastillas potabilizadoras y elementos de primera necesidad para hacer frente a la emergencia”, dijo Mouliá. “Felizmente, dentro de la gravedad del caso, la situación tiende a mejorar ya que los indicadores muestran una desaceleración en la crecida, lo que indudablemente lleva mayor tranquilidad a la gente”, agregó.Por la tarde se trasladaron hasta Paso de la Patria y Empedrado donde hicieron llegar la asistencia comprometida al municipio, a fin de atender las necesidades de los damnificados. Además de esto, siguen las acciones de “monitoreo y trabajo en terreno en Ituzaingó y toda la zona de la alta cuenca, donde se observó un marcado descenso del Paraná”. También en Goya, Defensa Civil realiza tareas preventivas similares a las efectuadas en Apipé, Itatí y Paso de la Patria.En la capital correntina el pico máximo llegaría entre el sábado y el domingo aunque no superaría los 8,10 metros, mientras que para el martes comenzaría a descender. Cabe señalar que todas las áreas del Gobierno de Corrientes, nucleadas en el Comité de Crisis y la Junta Provincial de Defensa Civil trabajan de manera articulada para atacar la problemática, y cuentan con el acompañamiento además de la cartera de Desarrollo Social, el Ministerio de Salud Pública, la Policía de Corrientes, Bomberos y Prefectura Naval.Ayer, el diputado nacional por la provincia de Corrientes, Gustavo Valdez (UCR), presentó un proyecto de ley declarando la emergencia hídrica por la crecida del río Paraná en las provincias ribereñas.





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