POSADAS. El testimonio de una joven identificada por los medios entrerrianos como Nerea Soledad Olivera, reavivó en las últimas horas una resonante causa, donde Misiones está nuevamente en la mira. Es por la desaparición de Fernanda Aguirre, que fue vista porúltima vez en la localidad de San Benito (Entre Ríos) el 25 de julio de 2004. Sin novedades durante los últimos años, los pesquisas se vieron sorprendidos con un nuevo testimonio que fue difundido por televisión y que da cuenta de que la joven habría sido ingresada a una red de trata de personas. Olivera, quien fue trasladada por distintos prostíbulos de Misiones y San Luis y desde los 11 años estuvo capturada en la red de trata, manifestó que en su periplo reconoció a Fernanda Aguirre “por una foto. Estuvo conmigo”, dijo ante los espectadores de un programa de televisión. Ante esta revelación, que se suma a testimonios de otras mujeres que ya han testimoniado haber visto a Aguirre en locales nocturnos del país, la Policía de Entre Ríos le contestó a los medios entrerrianos y en forma oficial que desde el punto de vista policial “la causa está cerrada”, por lo que están a la espera de alguna orden judicial al respecto. A partir de ello, y en comunicación con el Juzgado de Instrucción Nº 6, se le indicó a los diarios entrerrianos que la magistrada a cargo del mismo, Marina Barbagelata, librará un oficio con el objetivo de acceder al material para poder analizarlo y definir si amerita avanzar en alguna nueva línea investigativa. Desde la producción del programa que emitió el testimonio, se confirmó al medio digital Elonce TV que la magistrada ya pidió la grabación de la entrevista a la joven que fue víctima de una red de trata y que manifestó haber estado con la desaparecida joven oriunda de San Benito. El caso de Fernanda Aguirre tuvo relevancia a nivel nacional. La menor tenía 13 años cuando desapareció, el 25 de julio de 2004. Hoy no se sabe si Fernanda está viva o muerta. Nadie descubrió ni su paradero ni su cuerpo. Lo único que hasta hoy pudo determinar la Justicia fue la autoría del secuestro, de forma tal que el 17 de diciembre de 2007 fue condenada como coautora de ese delito a 17 años de prisión Mirta Analía Chaves, tras ser acusada de haber sido quien se comunicó telefónicamente con la familia Aguirre para pedir el rescate.





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