POSADAS. Lady Gaga, Nacha Guevara, Susana Giménez, Moria Casán y Thalía fueron sólo algunas de las grandes imitaciones que puso en escena la humorista Fátima Florez, que llegó a la tierra colorada y, en un abrir y cerrar de ojos, debió sumar una función a la pactada y que, también en un santiamén, agotó las localidades disponibles en el auditórium del Instituto Montoya, el sábado por la noche.Muy pocas veces la vereda de la casa de estudios fue testigo de colas tan extensas para ingresar al salón de eventos como logró este espectáculo, que llegó a formar una fila que superó los cien metros de la calle Bolívar y el público debió esperar sobre Junín, situación que para los presentes auguraba una larga espera. Sin embargo, una vez habilitado el ingreso, fue más que rápido y en escasos veinte minutos todos estaban ubicados en sus butacas, aguardando que las luces se apaguen.Y la oscuridad se hizo, en el auditórium era imposible ver más allá de la nariz, entonces la pantalla gigante que daba fondo al escenario pareció convertirlo en un psicodélico concierto de Lady Gaga y así… el show comenzó.A esta polémica cantante estadounidense se sumó otra estrella que sabe dar de qué hablar, Justin Bieber, siempre anunciados por un presentador que, por momentos, compartía un tedioso discurso que, por las ansias de ver a la imitadora, no fue del gusto del auditorio, integrado sobre todo por gente mayor.Cada “artista” que se apoderaba del escenario, siempre en la piel de Fátima, con un musical contaba con un destacado cuerpo de baile. Así fue como los presentes “vivieron” un “show” de Liza Minelli, una canción de Adele e incluso una de Madonna.Moria Casán tuvo un segmento especial. La diva que supo llevar a políticos y artistas a la cama buscó entre los presentes una pareja con más de veinte años de convivencia e hizo subir al escenario a Elsa y Jorge. Tal la costumbre de la morocha, hurgó en su vida íntima y salieron a la luz detalles que se robaron más de una carcajada; situación en la que quedó al descubierto la habilidad de la actriz para improvisar.Otra de las grandes mujeres de la pantalla con las que Fátima supo hacer reír fue Nacha Guevara y su eterna juventud, que explicó gracias a un tornillo que lleva en la cabeza, al que le da media vuelta cuando comienza a verse alguna arruga, que derivó en otras partes del cuerpo que están llegándole al rostro.Obviamente, si hablamos de divas, Susana Giménez no puede estar ausente y, junto a Jazmín, por supuesto, también se hizo ver sobre las tablas. Desde México llegó Thalía, justo cuando dos muchachas pidieron socorro a un caballero del público, que debió defenderlas de un pistolero al que cantó al oído en recompensa. Mientras que desde Sudáfrica, porque se quedó por allá después del Mundial del fútbol pasado, arribó Shakira y el tema de aquella copa.El momento especial, más allá de la imitación de la Presidenta de la Nación, resultó cuando, sin disfraz, Fátima respondió al presentador según el personaje que éste le nombraba, entre ellos Charlotte Caniggia, una de sus mejores imitaciones.Lamentablemente siempre hay detalles que como consumidores de espectáculos hay que criticar. En este caso, una situación completamente ajena a Rafer Producciones: los técnicos de sonido e iluminación llegados desde Buenos Aires, con actitudes soberbias e irrespetuosas, hicieron difícil disfrutar de la presentación a la última fila del auditorio por una constante de comentarios desapropiados entre ellos.





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