POSADAS. Evidentemente “el auge de venta de televisores” que hubo en el Mundial 2010 no se volvió a repetir y lo sintieron los comercios que se dedican exclusivamente al rubro y aquellos que se sumaron para este año. De las tres millones de unidades que preveían venderse -faltando menos de una semana para el acontecimiento futbolístico más importante del mundo-, no se ha superado la venta de poco más de un millón y medio de unidades según revelaron comerciantes del rubro.Carlos D’Orazi, empresario del sector, dijo a PRIMERA EDICIÓN que “la venta de ahora es muy diferente al mundial pasado”. Agregó que “si bien fue una etapa de transición en el cambio de tecnología, al cual absolutamente todos los comercios se tiraron a comprar televisores de manera inusual, se fueron sumando comercios que no trabajaban en el rubro específicamente de artículos del hogar. Como por ejemplo una casa de computación, que incorporó en su comercio televisores a la venta, así también lo hizo hasta un canal privado de cable que incorporó dentro de sus servicios la venta de televisores”.Lo expresado más las grandes cadenas de hipermercados que se volcaron también a la venta masiva de televisores, “hizo que la oferta de venta sea mayor a la demanda”, explicó D’Orazi.Pero, esa no fue la única causal de una venta menor a la esperada. Se apuntó también a la devaluación que sufrió el peso con respecto al dólar a mediados de enero de este año. Y se sumó una cuestión de peso: una inflación sostenida en el tiempo, de 24% aproximadamente. “El cambio del dólar de 6 a 8 pesos impactó en forma directa a lo que es televisión e hizo que no sólo haya aumentado el precio del artículo, sino además que las tasas de interés (tanto sean bancarias como de tarjetas de crédito), hayan subido nada más y nada menos que un 37%. Y lo digo con conocimiento absoluto, porque en su momento hubo tasas con cero interés hasta 24 y 36 cuotas, lo cual alimentó el consumo de una manera extraordinaria, pero de un momento a otro, no sólo no teníamos más los descuentos de hasta el 20% sino que además los bancos del cero absoluto pasaron al 37% en el mejor de los casos y en otras entidades llegaron hasta al 44%”, recordó Carlos D’Orazi.El además dirigente de la Cámara de Comercio posadeña, comparó: “Si yo tengo un televisor de 1.000 pesos que tuvo un incremento del 15 o 20%, supongamos que no acompañó a la inflación en su totalidad. Porque no el 100% los componentes son importados y, por más que haya habido una inflación de un 24%, hay elementos que son de industria nacional que no acompañaron por suerte la inflación. Eso hizo que el promedio real haya dado alrededor de un 15%, pasando a venderse en 1.115 pesos aproximadamente”.Una inflación desmedida, hizo que mucha gente se quedara con ganas de comprarse un televisor nuevo. “Por esto dije y lo sostengo, que la oferta superó holgadamente a la demanda. Cuando nosotros teníamos en claro que la demanda iba a ser superior a la oferta y en este caso se dio al revés pero por políticas nacionales de muy mal gusto”, cuestionó el empresario.Ganaron los fabricantesCarlos D’Orazi resaltó en la entrevista con este diario, que “se estima que de los tres millones de televisores que han fabricado las distintas empresas (que en su mayoría están en el sur del país), la venta a la calle todavía no superó el millón y medio. Lo que no quiere decir que las empresas madres como Samsung, Philco, LG no hayan vendido los tres millones de televisores, porque efectivamente sí lo hicieron. Pero éstos ya están en poder del comercio y allí se estancaron. Ellos están prácticamente sin stock como empresas, pero puedo asegurar que la cantidad de televisores en stock, de los distintos comercios del país, es mucho más de lo que todos nos imaginamos”, afirmó.“Acá los beneficiados comerciales, son los grandes fabricantes que supieron vender sus más de tres millones de artículos elaborados, pero el estancamiento se produjo en el nudo comerciante-consumidor”, ratificó. Pero, se esperanzó al decir: “de todas maneras hay que saber que el televisor no es producto de estación, lo que no se vende hoy, se podrá vender mañana. Pero lamentablemente lo que se esperó para el evento mundial, ya no se venderá mucho más”.





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