VARSOVIA, Polonia (AFP-NA). El presidente estadounidense, Barack Obama, condenó ayer en Varsovia las “maniobras opacas” y “la agresión” de Rusia en Ucrania, tras haber prometido al presidente electo ucraniano, Petro Poroshenko, un apoyo a largo plazo.“No aceptaremos nunca la ocupación de Crimea por Rusia ni las violaciones de la soberanía de Ucrania”, dijo el mandatario, quien reiteró que la libertad en Europa no está “garantizada”automáticamente, en un discurso pronunciado en Varsovia, antes de viajar a Bruselas para concurrir a una cumbre del G7.“¿Cómo podemos permitir que las oscuras tácticas del siglo XX determinen este nuevo siglo?”, preguntó Obama.El mandatario también garantizó a Poroshenko el compromiso total de Estados Unidos con el futuro de su país, cuando continúan los combates en el este entre separatistas prorrusos y fuerzas ucranianas.“Estados Unidos está completamente comprometido con permanecer junto al pueblo ucraniano, no sólo en los próximos días o semanas, sino en los próximos años”, declaró a la prensa tras haberse reunido con Poroshenko en Varsovia.Obama también anunció que Estados Unidos aumentará su ayuda de material militar no letal a Ucrania, que incluye aparatos de visión nocturna.El Gobierno ucraniano está comprometido a proteger a los ciudadanos en el Este del país de los separatistas prorrusos y, por eso, acepta cualquier apoyo. Poroshenko se pronunció además a favor de una amnistía para los sublevados que no estén involucrados en delitos graves.El presidente electo no descartó un encuentro directo con el jefe del Kremlin, Vladimir Putin, en los festejos por el 70 aniversario de la llegada de los aliados a Normandía este viernes, aunque por ahora no hay nada previsto. “No descarto que de alguna u otra manera pueda celebrarse”, subrayó y añadió que en Normandía continuará el diálogo con Obama y otros líderes occidentales.Obama estimó que sus esfuerzos para restaurar la confianza con Moscú habían quedado anulados por la actitud del presidente ruso, Vladimir Putin, respecto a Ucrania. “Es justo decir que la reconstrucción de la confianza tardará un tiempo”, comentó al respecto.En Ucrania, el ejército intensificó su ofensiva contra los separatistas prorrusos en los alrededores de su bastión de Slaviansk. La ofensiva lanzada desde hace casi dos meses por Kiev ha dejado más de 200 muertos. Putin, omnipresente en el G7La intensidad de las medidas de seguridad suele estar directamente relacionada con la trascendencia de una cita. Bruselas se despertó ayer sitiada por la policía para acoger la reunión del G-7 marcada por una ausencia: es la primera reunión sin Rusia en los últimos 17 años de las que un día fueron las siete grandes potencias industriales del mundo, un desaire que se explica por el desafío de Vladimir Putin en Ucrania durante los últimos meses. Putin, aun así, planeará como un fantasma durante toda la cumbre. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pone a prueba en suelo europeo su nueva doctrina: liderar el mundo por medio de coaliciones internacionales sin recurrir a la fuerza. Estados Unidos ha pasado en poco tiempo de creer que podía librar dos guerras a la vez a vislumbrar sus límites con Irak y Afganistán.Pero más allá de la estrategia norteamericana, el G-7 abordará como plato principal de la cita las relaciones con Rusia y la situación de Ucrania tras las elecciones ganadas por Petro Poroshenko, un veterano con una fluida relación personal con Putin, que le da margen para aproximarse simultáneamente a Moscú y a la UE.Obama expondrá ante el G-7 su nuevo plan energético como ejemplo para un acuerdo global sobre cambio climático, y hará una llamada a Europa a mantener la presión sobre Rusia y reducir su dependencia energética de Moscú. Pero los líderes europeos tienen agendas paralelas: justo después del G-7, la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro británico David Cameron y el presidente francés, François Hollande, se verán en reuniones bilaterales con Putin en los aledaños de los actos conmemorativos del 70º aniversario del desembarco de Normandía. Hollande tiene previsto también mantener una reunión privada con Obama.La decisión de dejar a Rusia fuera de las reuniones del G-7 se tomó en marzo, tras la anexión de la península de Crimea, una región del este de Ucrania que ya está bajo soberanía rusa.Pero Putin está en todas las salsas: en las tres bilaterales con Merkel, Cameron y Hollande, y con el reciente ofrecimiento a Ucrania de una semana más para pagar las facturas por el gas.





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