MADRID, España (AFP-NA). El Gobierno español aprobó, un día después del anuncio de la abdicación del rey Juan Carlos, el proyecto de ley que debe poner en marcha la sucesión y proclamar a su hijo como el nuevo soberano, Felipe VI.El texto, muy breve, divulgado por el Ejecutivo, consta de un único artículo: “S. M. el Rey Juan Carlos I de Borbón abdica la Corona de España. La abdicación será efectiva en el momento de entrada en vigor de la presente Ley Orgánica”.“Además, el consejo de ministros ha aprobado un acuerdo por el que se solicita el procedimiento de urgencia para su tramitación parlamentaria”, precisó el Gobierno.Exigida por la Constitución de 1978 que devolvió la democracia al país tras la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), esta ley orgánica deberá ahora ser aprobada por mayoría absoluta en ambas cámaras del Parlamento, donde los partidos pro-monárquicos son muy mayoritarios.Este trámite es necesario para que la abdicación sea efectiva y “se produzca la sucesión en la Corona de España de forma automática, siguiendo el orden previsto en la Constitución”, precisó el Ejecutivo.Primero en el orden sucesorio, el príncipe de Asturias, de 46 años, podrá entonces jurar como Felipe VI ante diputados y senadores reunidos en el Congreso.El texto presentado por el Gobierno está acompañado por una declaración institucional de apoyo a la monarquía y al rey, en la que se recuerda que “sin su impulso y liderazgo la transición (democrática tras el franquismo), sencillamente, no habría sido posible”. Juan Carlos I, de 76 años, debilitado por los problemas de salud y los escándalos, anunció el lunes su decisión de abdicar, sorprendiendo a todo el país.Coronado el 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte de Franco, quien lo había nombrado su sucesor, el Rey encarnó el retorno de la democracia a España. Reina Sofía: “Todo será igual” NUEVA YORK, Estados Unidos (Medios Digitales). Enfundada en un traje de chaqueta floreado y arropada por la ministra Ana Mato y por los miembros de la misión española, Doña Sofía pronunció este martes sus primeras palabras sobre la abdicación de su esposo. “¿Cómo se encuentra?”, le preguntaron los periodistas a la salida de su intervención ante la junta ejecutiva de Unicef. “Igual que antes”, dijo la Reina. “Todo va a seguir igual. La continuidad con mi hijo, que ya está al tanto de todo. No hay ningún problema en el cambio”.A la salida de su encuentro con el secretario general de la ONU, Doña Sofía se detuvo de nuevo a hablar con los periodistas: “Yo no entro en esto”, respondió al ser preguntada si le preocupaba la posibilidad de un referéndum sobre el futuro de la Monarquía. “El cambio va a ser totalmente tranquilo. La continuidad va a seguir con el Príncipe. No va a haber ningún problema. Estamos todos en la misma idea”.Doña Sofía dijo que se sentía “totalmente tranquila” con su nuera: “Con Letizia, el traspaso (está) muy bien, muy bien, muy bien”. ¿Debería la princesa cambiar en algo? “Que siga igual que está. Ella es muy competente y encantadora y la quiero mucho”.Unos minutos antes, Doña Sofía había pronunciado el primer discurso de su último viaje como Reina a la ciudad de Nueva York. Un discurso en el que no hubo palabras sobre la renuncia de su esposo ni referencias a lo que se propone hacer después de la abdicación.La Reina subrayó la solidaridad de los españoles con las víctimas de catástrofes naturales como el terremoto de Haití o el tifón de Filipinas y se dirigió a los padres de las niñas secuestradas en Nigeria: “Sus hijas son nuestras hijas”, afirmó. “Su dolor es nuestro dolor y su esperanza es la nuestra”.El último acto de la agenda de la Reina es la entrega del premio Path to Peace, que entrega la misión diplomática de la Santa Sede y que antes recibieron mandatarios como Lech Wallesa o Carlos Menem. Las hijas ya no serán de la familia realMADRID, España (Medios Digitales). Las hijas de los Reyes dejarán de formar parte de la familia real cuando el Príncipe sea proclamado Felipe VI. Doña Cristina y doña Elena tendrán el mismo estatus que las hermanas de don Juan Carlos, doña Pilar y doña Margarita. No tendrán actos oficiales y no recibirán la asignación que la Casa del Rey les daba en concepto de gastos de representación (entre otras cosas, para vestuario), en función de las actividades que presidían. Doña Cristina lleva apartada de facto de la agenda oficial de la familia real desde que su marido, Iñaki Urdangarin, fue imputado en el caso Nóos, en diciembre de 2011, y no recibía desde entonces esa cuantía. Doña Elena sí ha estado presidiendo actos -el último, la inauguración de la Feria del Libro de Madrid, el pasado 30 de mayo- y, una vez que concluya los compromisos ya adquiridos, perderá esa asignación.La hija mayor de los Reyes trabaja actualmente en la Fundación Mapfre como directora de proyectos culturales y sociales y tenía hasta ahora un máximo de 25 mil euros de asignación de la Casa del Rey. Cuando su padre comunicó el lunes su abdicación, doña Elena estaba en Ecuador con un proyecto de la fundación.Doña Cristina trabaja desde 1993 para La Caixa, entidad que hace un año la envió a Suiza como gestora de los programas compartidos entre la fundación y las agencias de la ONU, lo que permitió a la Infanta alejar a sus cuatro hijos del escándalo del caso Nóos.A partir de la proclamación del nuevo rey, la familia real pasará a estar constituida por don Juan Carlos y doña Sofía, Felipe VI y su esposa, doña Letizia, y sus hijas, las infantas Leonor y Sofía. En cuanto don Juan Carlos firme la ley de abdicación en una ceremonia solemne en el Palacio Real tras su aprobación en el Congreso, la infanta Leonor, de 8 años, pasará a ser princesa de Asturias, de Girona y de Viana, los títulos de su padre, y tendrá más actividades oficiales. Mensaje a los “antimonarquía”El Gobierno tiene un apoyo muy mayoritario en el Congreso para sacar adelante rápidamente el proceso de la
abdicación, pero en la calle algunos grupos mantienen la presión. Y el Ejecutivo, a través de su presidente, Mariano Rajoy, y su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, decidió contestar a los manifestantes y a los partidos que les respaldan, en especial Izquierda Unida, con un mensaje: la Constitución permite su cambio, incluso de la forma de Estado de Monarquía a República, pero tiene unos trámites. Así que si los ciudadanos o algunos partidos quieren la República o un referéndum para votarla, el camino está claro: presentar una reforma constitucional en las Cortes y someterla a votación. Por supuesto, ese texto sería rechazado con la aplastante mayoría absoluta del PP.Rajoy quiso contestar de forma tajante a los manifestantes que exigen un referéndum como el que Italia hizo en 1946, por ejemplo: “Ahora hay quien pide un referéndum (entre Monarquía y República). Pueden hacerlo, pero tienen que respetar los procedimientos establecidos en la Constitución. Si esta Constitución no les gusta, planteen una reforma en las Cortes. Lo único que no pueden hacer en democracia es saltarse las leyes, la democracia es el imperio de la ley”, aseguró para dejar claro que ese referéndum que se reclama está totalmente descartado.





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