BUENOS AIRES. La Secretaría de Transportes de la Nación citó a la conducción de la Cámara de Comercio e Industria de la capital misionera (CCIP) a fin de escuchar la postura que los comerciantes tienen sobre el proyecto de reforma de la avenida Uruguay, una de las más comerciales que tiene la ciudad.Cabe recordar que la propuesta fue lanzada desde la Subsecretaría de Transportes de la provincia, por ser la cabeza de la comisión de seguimiento del Sistema de Transporte Integrado. Contaría con financiamiento del Banco Mundial, para la construcción de carriles exclusivos para colectivos urbanos e interurbanos, que son rechazados por los frentistas por considerar que afectarán sus ventas.Al término del encuentro mantenido ayer con el ingeniero Julio Lapadula, coordinador de Obras de la Secretaría de Transporte de la Nación (dependiente del Ministerio del Interior), el presidente de la Cámara, Nicolás Trevisán, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “transmitimos nuestra preocupación por el cambio de carácter comercial de la avenida Uruguay si se implementan los cambios con carriles exclusivos en medio de la avenida. Hasta ahora se habla de un hipotético proyecto, pero nunca lo vimos. Aparentemente, en conjunto con una consultora privada, el municipio estarían terminando de definir los últimos detalles del mismo en los próximos meses, para luego dar paso a una decisión política respecto a si la obra se hace o no se hace”.Carriles polémicosEl dirigente empresario admitió que los funcionarios nacionales tampoco mostraron el proyecto que está en confección. “Nos dijeron que si alguien debe mostrarlo es el Municipio y nos pidieron vincularnos con la Comuna. Les recordamos que tuvimos reuniones cuando se habló de los carriles exclusivos y que la avenida Uruguay era la elegida. Nunca tuvimos una instancia previa para opinar si nos servía o nos perjudicaba el proyecto”, expresó.Para los comerciantes frentistas de la avenida Uruguay, al quedar un solo carril de circulación de ida y uno de vuelta, “se reduce a la mitad el tránsito de vehículos. Y eso tendrá una correlación directa con nuestra ventas. La experiencia la estamos viviendo con las calles Ayacucho y Junín, que, al tener un solo carril, se hacen sumamente lentas cuando alguien quiere estacionar. Nos preocupa que el proyecto no contempla al comercio, cuando la Uruguay tiene un 95% de comerciantes como frentistas”, señaló.El presidente de la CCIP insistió en que “el transporte público no puede venir a perjudicar lo que hace 70 años está funcionando en la avenida Uruguay. Al menos, hay una decisión política como última instancia, donde la Nación y el Municipio deberán definir si el proyecto se hace o no en función de las condiciones que existen”.Agregó que “sin el consenso de los comerciantes, será más difícil de realizar. Los comerciantes no están en contra de la evolución y el desarrollo de la ciudad y de la provincia, como de la mejora del transporte público para la generalidad de los misioneros, pero no a costilla de perjudicar a miles de puestos de trabajo vinculados al comercio”.Para reencauzar la discusión, esperarán que la Comuna posadeña convoque a la CCIP para verificar el proyecto, que ya tiene tres años de discusión.Finalmente, Nicolás Trevisán insistió en trasladar el proyecto a las avenidas Francisco de Haro o Rademacher, que son de mano única “y sería menos perjudicial para los comerciantes”.





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