POSADAS. Para el 2015 se espera poder contar con un programa de Trasplante de Médula Ósea en el Parque de la Salud. Según adelantó a PRIMERA EDICIÓN Richard Malán, titular del Centro Único Coordinador de Ablación de Órganos de Misiones (Cucaimis), el programa sería el primero en todo el norte argentino y estará destinado a diagnóstico, análisis genético, tratamiento y trasplante de médula ósea.El dato es para destacar, habida cuenta de que en Argentina hay entre dos y tres casos de leucemias o linfomas cada cien mil habitantes, muchos de los cuales requieren de transplante de médula.En efecto, casos como el del joven deportista obereño Gastón Vancsik (20) y el de tantos niños, jóvenes y adultos que atraviesan estas enfermedades y deben ser atendidos en sanatorios de Capital Federal, dan cuenta de la importancia de que Misiones pueda desarrollar estas prácticas.Según indicó Malán, “este programa lo estamos ideando y diseñando desde 2013. Va a implicar capacitación de personal médico y enfermeros, y también el desarrollo de infraestructura que incluya sala de cirugía de alta complejidad y de internación”.La iniciativa, que cuenta con el acompañamiento de la Cámara de Diputados de Misiones, sería primera y única en la región. “Para programas de trasplante de órganos de alta complejidad como hígado, pulmón, corazón y médula, desde el Incucai se busca gestionar a nivel regional”, explicó.Siguiendo esa lógica, la provincia de Corrientes ha desarrollado un programa de trasplante de corazón donde se puede atender a pacientes de todo el NEA -son cerca de cuatro millones de habitantes en la región. “En nuestro caso, el programa de médula estaría destinado a todo el norte argentino, con la intención de descomprimir la atención que actualmente sólo se brinda en las grandes ciudades del país”, detalló el funcionario.Seguir avanzandoSi bien en 2014 los números respecto a donaciones en Misiones están, según Malán, un poco estancados, se debe destacar que ha aumentado la donación de córneas. “En estos casos y en la donación de órganos en general, depende mucho de la actuación del personal de cada centro de salud”, resaltó. “La concreción del proceso de donación depende de la decisión de médicos y directores de los hospitales y sanatorios. La ley de Donación de Órganos establece que todos los centros de salud, sean públicos o privados, deben hacer la denuncia del fallecimiento ante el Incucai. A partir de allí se ejecuta el operativo, se dialoga con los familiares, se sabe si el fallecido manifestó o no la intención de donar, y entonces se define si se puede realizar la ablación de los órganos. Pero si no hay denuncia, no se puede avanzar, y se pierde la posibilidad de que familias que sí desean donar los órganos y dar vida a otras personas en lista de espera, puedan concretarlo”, destacó.Asimismo resaltó que los profesionales de la salud y funcionarios que intervienen en el operativo de ablación y trasplante están cada vez más capacitados para detectar potenciales donantes, detectar si los órganos son viables o no, entrevistar a los familiares y conducir los procesos de donación y trasplantes.Los números en el paísSegún datos del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), en lo que va del año, los trasplantes de órganos con donante cadavérico sumaron 566, lo que representa un aumento del 14% frente a los 495 registrados el año pasado en el mismo período. Hasta ayer, según el reporte online del Incucai, en Misiones, se realizaron seis trasplantes con donantes cadavéricos. Hay 142 pacientes misioneros en lista de espera. Derribando mitosHay quienes se resisten a ser donantes porque entienden que llegado el caso, si su vida pende de un hilo -y por ende, es un potencial donante-, priorizarán la vida del receptor. “Las donaciones de órganos ocurren en los hospitales en que los pacientes reciben toda la asistencia necesaria para que puedan continuar viviendo. La muerte ocurre por la gravedad de la lesión neurológica que lo llevó a ese estado. Es una gran falacia hablar de que se deja morir a las personas, porque si le quitamos la asistencia a una persona que está en coma, morirá de un paro cardíaco y por ende no podrá ser donante de órganos”, dijo Malán. Muchos de estos miedos están relacionados con que la gente confunde muerte encefálica con coma o estado vegetativo. “La muerte encefálica es, en definitiva, la muerte, es decir, no es reversible. En cambio el coma o estado vegetativo, son estados en que la persona continúa viva, sólo que está en un estado de conciencia deprimida, y hay posibilidades de que se recupere”, señaló.





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