POSADAS. El paro nacional convocado por la Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales (Confeclisa) para el martes y miércoles de la próxima semana, dejó entrever la compleja situación de los 35 sanatorios y clínicas de Misiones. Según argumentaron a PRIMERA EDICIÓN, adhieren a los motivos del reclamo de la Cofeclisa (por un convenio transparente con el Pami, la cancelación de las deudas pendientes, la revisión de los débitos, por un manual de procedimientos que permita trabajar con claridad y por el incremento de aranceles de acuerdo a los costos reales); y suman un amplio listado propio del sector en la provincia pero, aún así, se debatían hasta ayer la mejor forma de expresar este reclamo. Según explicaron, es muy difícil para un sanatorio “hacer paro”, lo más cercano a ello es prestar servicios como un domingo o feriado, es decir garantizando Guardia, Emergencia e Internación en sus distintos niveles. No obstante, incluso para ello, tienen que reprogramar todas las cirugías previstas para esos días y consensuar con los médicos que tienen sus consultorios en esas instituciones de salud. Algunos sanatorios por una cuestión operativa, analizaban ayer otras formar para visibilizar el reclamo del sector ante el gobierno nacional y, especialmente, ante el gobierno provincial. Varias opcionesEl diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios zona sur, Roberto Boratti, ratificó que “adherimos a los motivos del reclamo de Confeclisa y, en Misiones, cada sanatorio adoptará la modalidad de protesta que crea más conveniente, algunos cerrarán y otros atenderán normalmente y buscarán difundir el reclamo a través de un comunicado de prensa o a las personas que asistan esos días a la institución. No hay consenso entre los sanatorios para hacer paro porque afectaríamos a muchos pacientes que nada tienen que ver con el problema”. De acuerdo a las fuentes consultadas en el Sanatorio Posadas, se discuten dos opciones de protesta diferentes del paro: que un grupo de 50 trabajadores de cada uno de los cinco sanatorios de esta ciudad se convoquen en un lugar y hora determinada para visibilizar la protesta y pedir una inmediata reunión con el gobierno provincial; dejar de atender -independientemente de la obra social que tengan- a los funcionarios del gobierno y a sus familiares. La primera opción es la que más simpatía despierta. Desde hace años que los sanatorios dan cuentan que atraviesan una profunda crisis, porque no pueden acomodar ni fijar los precios de los servicios que prestan, en función de los costos. En vez de ello, dependen de los valores que las obras sociales sindicales, pre-pagas, Pami e IPS asignan como pago a esos servicios. La última devaluación y la actual inflación agravó el problema. “Los sanatorios trabajamos hoy, facturamos a fin de mes y cobramos en 30 a 45 días. La inflación nos hace un daño tremendo y no podemos acomodar las tarifas (precios) como puede hacer el sector comercial”, advirtió Boratti. En este momento, al menos tres de los cinco sanatorios de Posadas están pagando los sueldos a sus trabajadores en cuotas y advierten que no podrán hacer frente al aumento del 28% que deberían aplicar a partir de junio, según lo acordado en paritaria. El peso de los impuestos Pero la situación de los sanatorios es más compleja aún cuando se analiza la cuestión impositiva. Al respecto, Boratti indicó que los sanatorios pagan impuestos nacionales, provinciales y municipales como si fueran empresas. “De acuerdo al balance del año pasado del Sanatorio Boratti tenemos 2 millones de pesos de IVA no computable que no podemos acreditar a nada porque la mayoría de lo que facturamos es sin IVA. Hace años que el sector está haciendo este planteo porque no podemos recuperar el IVA, pedimos que nos acrediten parte del IVA como pago de Ganancias, pero no hubo cambios”, detalló. Los sanatorios también pagan los impuestos nacionales a la Ganancias y al Cheque. A nivel provincial, los sanatorios también pagan Ingresos Brutos, “es un impuesto muy alto porque es en cascada, es decir, cuando entran fondos a los sanatorios se paga el 3,5 o 3,8 de Ingresos Brutos, después le pagamos a los médicos y estos vuelven a pagar Ingresos Brutos. Es decir que, prácticamente, el gobierno provincial se está quedando con casi el 8% de los ingresos sanatoriales. La carga impositiva nos impide la posibilidad de crecer y está debilitando mucho al sector privado de la salud. No estamos en contra de pagar impuestos pero creemos que la comunidad se merece una discusión acerca de generar algún tipo especial de carga impositiva para el sector de la salud”, advirtió el presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios Zona Sur. Cuestionó que se le haya asignado a los sanatorios y clínicas como agentes de retención de Ingresos Brutos “cuando pagamos a los médicos tenemos que retener Ingresos Brutos y resulta que cuando se le acredita en el banco se le vuelve a retener Ingresos Brutos y para recuperar ese dinero se forma como una especie de crédito y al cabo de seis meses hay que hacer todo un trámite en la DGR para que se le reintegren ese dinero. Esta situación es absurda y queremos que el gobierno provincial tome esto en cuenta”. También la Municipalidad cobra a los sanatorios y clínicas una tasa del 0,8%, “es una tasa altísima y, además, nos designó agentes de recepción y percepción lo que significa una carga impositiva directa porque todos los proveedores, que en su mayoría son de Buenos Aires, no vienen a hacer la gestión de excepción del impuesto municipal en la provincia y directamente nos están recargando ese impuesto a los sanatorios”. Ingresos Los fondos que ingresan a los sanatorios son los correspondientes a pagos de obras sociales, prepagas, Pami e IPS. Con cada uno de estos sectores suceden problemáticas diferenciadas. Al respecto Boratti indicó que “las prepagas sufrieron un daño económico tremendo con la Ley de Prepagas que las obligó a incorporar un montón de coberturas y de cláusulas que impiden que estas sean viables económicamente; a eso se suma que el Gobierno nacional no les permite aumentar las cuotas. A su vez, los prepagos tampoco nos aumentan a los prestadores sanatoriales y ya tenemos un atraso importante”.En cuanto a los bajos valores prestacionales, el problema con las obras sociales sindicales es similar “porque también a las obras sociales sindicales les aumentaron mucho los gastos porque el Gobierno nacional les incorporó los monotributistas, no cumple con los reintegros de las prestaciones especiale
s con lo que arrastra una deuda millonaria”. En cuanto al Pami, aseguró que “está pagando regularmente pero el año pasado implementó una nueva modalidad de trabajo que es poco clara en lo que refiere a acreditación de las prestaciones”. Advirtió además que los valores prestacionales del Pami son muy bajos. Con el IPS, según Boratti, el problema no son los pagos sino los valores. “La actual gestión del IPS tiene mucha prolijidad en los pagos, estos son previsibles; el problema son los valores que se asignan en algunos rubros y honorarios, como guardia, terapia intensiva o lo que se llama gasto pensión por el día de internación que sólo pagan 400 pesos y eso ni siquiera cubre el costo” (que Cofeclisa ronda los mil pesos). Según sintetizó el director médico del Sanatorio Nosiglia, ex presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios Zona Sur, Luis De haro, “las obras sociales en general no acompañaron los aumentos inflacionarios que se fueron dando a lo largo del año pasado y con más ímpetu, este año”. Sobre el nuevo sistema del Pami, Luis De haro, fue más tajante “los sanatorios no sabemos qué nos está pagando el Pami, nosotros nos manejamos con nomenclador y códigos de cada prestación, pero nosotros no sabemos cuándo ni qué nos paga el Pami. Lo que sí sabemos es que cuando nuestras prestaciones suman 500 mil pesos nos mandan 150 mil y no sabemos porqué”. Solo como dato, el Sanatorio Posadas presta servicios al Pami por un monto mensual promedio de 600 mil pesos y, desde la obra social nacional le acreditan 250 mil pesos mensuales. “Nos dicen que nos van a pagar todas las prestaciones que realicemos a sus afiliados pero la verdad es que no sabemos cuándo pagarán y si realmente lo harán. En este momento, el Pami adeuda más de 1.500.000 al Posadas”, confiaron. Costo laboralSegún precisó el director médico del Sanatorio Nosiglia, Luis De Haro, el costo laboral de los sanatorios representa alrededor del 63% del costo sanatorial, es decir cuánto le cuesta al sanatorio funcionar. Desde 2007 en adelante tenemos un aumento promedio del 30% en los sueldos del recurso humano. “Y para este año ya se está hablando del 28,5% de aumento en paritaria”, remarcó. “Si al aumento del costo laboral le sumamos la inflación y los impuestos se hace imposible mantener la atención. La Cofeclisa, a través de un estudio nacional de costos, nos dice que el día de gasto pensión (internación) tiene que estar alrededor de los mil pesos, y la mayoría de las obras sociales pagan a los sanatorios entre 400 y 500 pesos el gasto pensión diario”, destacó.





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