La modalidad casi siempre es la misma: uno de los delincuentes distrae a los empleados mientras el otro se apodera de elementos de valor. En la jerga delictiva se los conoce como mecheros. Son sujetos que ingresan a un comercio y ocultan entre sus prendas de vestir los objetos malhabidos. Por lo general, los negocios más damnificados suelen ser del rubro venta de ropas, pero nadie está exento de ser visitado por estos malandras. El último caso fue denunciado por la empresa informática Cyberlink, ubicada sobre la calle Buenos Aires 1.631 de esta capital. El encargado del local, Roberto Hermosilla (30), explicó a este diario que el hecho fue perpetrado en el horario de cierre y que “mientras la mujer preguntaba algo en la caja, el cómplice se acercó hasta la vidriera y tomó una tablet Samsung TAB 3, valuada en unos 6.000 pesos, y la ocultó entre sus ropas. Luego pasó al lado de la mujer y le tocó el brazo, en señal de que ya había robado. Queremos advertir a todos de la presencia de estos ladrones”.




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