POSADAS. Este martes por la tarde, los 33 chicos del hogar El Refugio fueron trasladados a otros hogares de esta ciudad, donde permanecerán durante la refacción general del edificio ubicado sobre la avenida Buchardo. El inicio de las obras -que estaba previsto para ayer pero se postergó por la intensa lluvia- se produce una semana después de publicarse en PRIMERA EDICIÓN un lapidario informe de la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes que daba cuenta de las pésimas condiciones edilicias, la falta de higiene general y de los niños en particular.La Defensoría cuestionó además la informalidad de los registros, la falta de legajos de los chicos con los datos de cada uno e incluso advirtió sobre la falta de documentación que acredite escolaridad de los menores. Relevó también el estado de desnutrición de cuatro niños y la inadecuada atención a tres discapacitados. Por todo ello, dispuso por Resolución 66/14 “suspender el ingreso de niños, niñas y adolescentes al hogar El Refugio, en atención a la vulneración de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes alojados en esa institución”. “Hay falsedades en el informe”Ayer, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el presidente de la Fundación del Hogar El Refugio, Mario Herrera, admitió en cuanto a los hechos puntuales señalados en el informe de la Defensoría que “algunos son ciertos, otros están sacados de contexto y otros son falsos”. Entre los reales, señaló el pésimo estado del edificio donde funciona el hogar y destacó que “esta es una situación que es conocida desde hace muchos años porque siempre fuimos una institución de puertas abiertas, nos gusta que la gente venga y conozca a los chicos, al hogar y nuestra realidad como institución”. Herrera desmintió que los chicos no asistan a la escuela: “Sabemos que van porque nosotros los llevamos todos los días”. Aseguró también que “es falso que los chicos no tengan legajos, cada uno tiene su ficha y legajo, aunque probablemente no estén llenos de información porque nosotros los recibimos con escasa o nula información. Los hogares no somos autoridad para exigir a los juzgados de Familia o a la Defensoría de Menores, pero es una locura total decir que no sabemos de dónde vienen los chicos del hogar cuando hay un decreto desde diciembre de 2010 que regula el funcionamiento de los hogares convivenciales y determina que no tenemos autoridad para ingresar o egresar a los menores y que las únicas autoridades son los juzgados de Familia, la Defensoría de Menores o el Ministerio de Desarrollo Social provincial”. Además, recordó, “la ley dispone un máximo de 25 niños por hogar ¡y nosotros tenemos 33 porque las autoridades competentes nos siguen pidiendo el ingreso de niños!”. Argumentó que por ser el único hogar que trabaja con todo el rango de minoridad, mixto y que recibe adolescentes ,“estamos superados no sólo en la capacidad edilicia sino también en la capacidad humana”. En cuanto al desorden y la falta de higiene que se destaca en el informe, Herrera señaló que “en las fotos del informe veo una mesa con una pila de ropas arriba… no me sorprende la imagen porque tenemos 33 chicos y un mínimo de 60 a 90 mudas de ropa y 33 juegos de sábanas para lavar por día”. El presidente del hogar también cuestionó la veracidad del informe en lo que refiere a estado nutricional de los niños. “Hace una semana y media recibimos un operativo de Salud Pública y encontraron a dos nenas con bajo peso, ambas ingresadas hace menos de seis meses al hogar”.Remarcó que hace once años la Justicia dispuso el ingreso de dos hermanitos discapacitados, pese a conocer que el hogar no cuenta con los recursos mínimos para la atención especializada que ellos requieren, y “también estos chicos están con bajo peso”. Recibidos con amor Mientras dure la refacción del edificio de “El Refugio”, que se estima demandará dos meses, los 33 niños fueron llevados a dos hogares administrados por la Fundación Tupá Rendá, que trabaja con el sacerdote Alberto Barros. Según precisó a PRIMERA EDICIÓN la presidenta de Tupá Rendá, Eusebia “Neni” Valdez, “los quince niños más pequeños estarán en el hogar San José Obrero y los más grandes fueron al hogar Padre Mugica”. Según indicó la mujer, “los chicos son muy cariñosos y amables. El más pequeñito, de dos años, pide upa y besos todo el tiempo”. Para los voluntarios del hogar, dar la bienvenida a estos niños es todo un desafío porque pasaron a trabajar a turno completo. “Hay cosas que trataremos de enseñarles, como el aseo personal. Nos llamó la atención que ninguno trajera cepillo de dientes”, observó la mujer. “Pedimos a la sociedad que se sume a esta tarea solidaria, casi todos los chicos vinieron descalzos y con muy poca ropa y sabemos que se viene el frío. Pueden colaborar con ropa de niños, niñas y bebés, pañales XG y calzados para niñas y niños desde tres hasta once años”, puntualizó. PUNTO DE VISTAPor Mario A. Herrera Presidente de “El Refugio”Siempre estuve convencido de la famosa frase “el fin no justifica los medios” y hoy, más allá de las repercusiones de la tapa del viernes 16, estoy más convencido aún. El impacto que tuvo fue muy fuerte en la vida cotidiana de los niños del hogar. Ellos tienen un lazo muy fuerte que los une a este lugar, saben que es SU lugar. Ese pequeño espacio que encontraron después de haber sido abandonados por sus familias, sufrido abusos, violencia, etc. Creo que debemos asumir la gran responsabilidad, no como responsables de hogares, o como políticos, o como medios de comunicación, o como particulares, sino que asumamos como SOCIEDAD la responsabilidad de darle solución a todos los niños de nuestra provincia que están en situación de alto riesgo social. Niños que siguen relegados para el poder político y para la Justicia. Qué sencillo es marcar los errores ajenos, y qué difícil resulta reconocer los propios. Desde hace años lidiamos día a día con la obsecuencia polí
tica y fue muy grande la expectativa cuando supimos de la creación de la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Por ello, creo, fue tan grande la decepción por el informe de dicha defensoría. El desconocimiento total con el que se manejaron al momento de redactarlo es lamentable y lejos está de la realidad. Somos conscientes de nuestros aciertos y nuestros errores y trabajamos 365 días al año para darle lo mejor de nosotros a los niños/as.





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