POSADAS. A veces, no siempre, dicen que las situaciones límite sacan a relucir la capacidad que cada uno tiene para mostrar por qué hace lo que hace.Guaraní Antonio Franco sacó pecho ante la adversidad y revirtió una situación compleja tras la derrota 3 a 1 en la ida frente a Juventud Unida en Gualeguaychú para ganar en Villa Sarita, el domingo, por un contundente pero también exagerado 4-0.En aquella ocasión se dejó en claro que la derrota, para este diario, fue por un marcador un tanto exagerado y se debía más que nada a la efectividad de los entrerrianos y a las dudas del fondo del equipo de la tierra colorada.Esta vez Guaraní sacó a relucir una condición que, aun siendo individual, como la actitud y la confianza en sí mismo, bien empleada reditúa en beneficio de todos.Tal vez la mejor descripción del momento y la forma de encarar un partido decisivo la haya dado José María “Chaucha” Bianco tras la goleada frente a Juventud.“Acá hay gladiadores que tienen muchas cicatrices que significan batallas ganadas. Son momentos difíciles en donde uno tiene que sacar el temple y bueno, hoy -por el domingo- aparecieron estos gladiadores”.Cara y cecaMás adelante, Bianco abogó por un cambio en la forma de juego del equipo, que muestra facetas muy distintas cuando juega de local y de visitante.“Ojalá cambiemos la forma de jugar y no creer que somos menos que nadie fuera de casa. Tenemos que tratar de ir a pelear el partido en el medio de la cancha como lo hicimos con Juventud Unida, con toda la responsabilidad, atención y concentración que tuvimos en este partido”. Los goles llegaron en el momento justo, producto de la paciencia que tuvo el equipo para mover de un lado a otro el balón frente a un rival que esperó atrás.“Si nosotros nos desesperábamos y jugábamos al pelotazo íbamos a dividir el balón y eso siempre facilita el trabajo del rival, pero cuando uno hace circular la pelota aprovechando el ancho de la cancha, eso termina beneficiando, porque pone a uno de nuestros jugadores mano a mano con el rival y nosotros tenemos jugadores en circunstancias que son distintos”. Más adelante, Bianco expresó en la charla que “no tengo predilección por un rival en particular. Prefiero que mi equipo juegue de local o de visitante como lo hizo hoy -por el domingo-”. El entrenador sostuvo que “mucha gente, el 75 u 80 por ciento, creía que no íbamos a poder dar vuelta el marcador después del 3 a 1 en la ida, pero apostamos a jugadores para jugar, arriesgamos con una línea de tres en el fondo y porque creíamos que podíamos hacerlo”. Más allá de los dichos del entrenador, está claro que Guaraní es muy fuerte de local. Tal vez la materia pendiente sea mostrar parte de la personalidad que se vio el domingo pasado en los próximos compromisos afuera.El déficit de la Franja es que siempre regala un tiempo y no siempre logra reaccionar a tiempo y termina sufriendo más de la cuenta.Sin embargo, la tranquilidad que transmite Guaraní es que mostró mucha personalidad y eficiencia jugando de local, un dato no menor en este tipo de certámenes y que si lo sabe aprovechar puede ser una llave importante para abrir las puertas del segundo ascenso a la B Nacional. Entonces cabe una reflexión final: si los jugadores son gladiadores, Villa Sarita sería el Coliseo Franjeado, con batallas intensas, donde la mayoría de las veces termina venciendo el local, un hábito muy necesario para lograr el ascenso.




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